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Los playoffs son otra cosa, y eso lo saben todos en la NBA. Por eso se consideran distintos los récords en serie regular y en postemporada. De hecho, la mayoría son números máximos muy distintos en una etapa y en otra. 

Los puntos que se anotan en un partido son de las marcas más importantes y por eso lo que hizo hoy lunes Donovan Mitchell quedará en la historia. Sus 57 puntos anotados contra Denver en el arranque de los playoffs (125-135) fueron la tercera marca más alta de la historia en un juego de postemporada. 

La máxima la sigue manteniendo Michael Jordan en aquel juego inolvidable ante Boston en 1986, cuando aplicó 63 (y también perdieron, como Mitchell hoy) y la segunda fue concretada por Elgin Baylor, la estrella de los Lakers, contra Boston, en 1962. 

Jordan anotó 63 con una planilla buena: 22/41 tiros de cancha, sin lanzar siquiera triples, más 19/21 libres. Baylor hizo sus 61 contra los Celtics sin tiros de tres puntos (no había en esa época), pero tirando 22/46 de cancha, más 17/19 libres. Ah, tomó además 22 rebotes ese día. Y ganaron 126-121. El detalle es que además era un partido final. 

Mitchell, en cambio, solo necesitó 33 tiros para sus 57 puntos (19/33), favorecido por su buena efectividad en lanzamientos de tres (6/15) y su 13/13 en libres. Los que aparecen en la lista luego de Mitchell, con 56, son varios: Charles Barkley (1994), el propio Jordan (1992) y Wilt Chamberlain (1962).