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¿Quién no se acuerda de Laron Profit en Argentina? Cualquier amante del básquet seguro tiene en su mente los triples kilométricos, la facilidad con la que penetraba y la sangre fría con la que jugaba. Estuvo con Michael Jordan en Washington Wizards, fue compañero de Kobe Bryant en Los Angeles Lakers y recorrió el mundo gracias a su talento. Desafortunadamente, las lesiones siempre fueron su sombra y le impidieron rendir al máximo nivel.  

Nacido en Charleston, South Carolina, el bueno de Laron debió acostumbrarse al ritmo frenético desde pequeño, ya que su padrastro, James Truiett, sirvió en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Desde Albuquerque hasta Panamá y Delaware, su infancia jamás encontró estabilidad. Se recibió en Caesar Rodney High School, en Camden, un pueblo del último estado mencionado.  

No sólo era un gran jugador de básquet, también un excelente estudiante y se recibió con honores de la secundaria, obteniendo un puntaje de más de 1.000 en su SAT, el examen de nivelación que tienen que rendir todos los jóvenes antes de entrar a la universidad. Maryland College Park era su destino y allí se mantuvo desde 1995 hasta 1999.  

Uno en un millón 

En Maryland Terrapins dejó su huella: tuvo una mención honorable como novato en la ACC e integró el tercer quinteto ideal de la conferencia en los tres años posteriores. Además, en su año junior recibió una mención de honor All-American tras promediar 12.6 puntos, 4.6 rebotes y 2.2 asistencias.  

Era alto, tenía buenas referencias y podía hacer un poco de todo, por lo que era un interesante proyecto. Fue así que en 1999 decidió presentarse al Draft de la NBA. El equipo que lo eligió fue Orlando Magic, en el puesto 38 de la segunda ronda. Sin embargo, el 22 de septiembre de ese año la estabilidad que siempre deseó tener se esfumó: los de Florida lo traspasaron a Washington Wizards.  

Sin paz 

En su primera temporada logró jugar apenas 33 partidos, por culpa de una tendinitis en la rodilla que lo marginó durante gran parte del torneo. Luego, en la campaña siguiente explotó, promediando 9.7 puntos, 5.8 asistencias y 3.9 rebotes en 35 juegos. Estaba en su mejor momento.  

Pero en su vida no había paz y un intercambio verbal con Michael Jordan en un picado le valió ser nuevamente traspasado, esta vez a Orlando Magic, el equipo que inicialmente lo había enviado a Wizards. El 1 de agosto lo recibieron y el 15 de octubre lo cortaron. Otra vez, Laron estaba en la cornisa. En esta ocasión se encontraba fuera de la liga.  

Sin oportunidades concretas, Profit decidió probar suerte en el extranjero. Jugó seis encuentros con el Premiata Montegranaro de la Serie A italiana y promedió 13.7 puntos, 2.8 rebotes, 1.2 asistencias y 2.2 robos.  

Después fue a China, en donde jugó para Guangdong Southern Tigers desde enero de 2003 hasta 2004, saliendo campeón de la CBA en ese último año. Sus experiencias en el extranjero no lo privaron de seguir intentando entrar a la NBA y el escolta asistió a distintos campamentos de verano, defendiendo los colores de Milwaukee Bucks (2002) y Philadelphia Sixers (2003). 

El trabajo duro da resultados 

Esto le permitió ser contratado de nuevo por los Wizards en 2004. Sus actuaciones fueron muy buenas en la pretemporada y los de la capital le otorgaron el lugar número 15. Iba a ser el último jugador de la plantilla tras una larga época de trabajo duro. Allí tuvo grandes prestaciones, pero el destino jugó en su contra. El 2 de agosto de 2005 fue traspasado a Los Angeles Lakers, en donde lo esperaban Kobe Bryant y compañía.  

En complicidad con una época no muy buena de Lakers, Laron tuvo muchas oportunidades de mostrar de qué estaba hecho. Incluso fue titular en uno de esos partidos. Lamentablemente, el 21 de diciembre de 2005 se rompió el tendón de Aquiles y su temporada se terminó por completo. Más tarde, el 17 de enero de 2006 los de California renunciaron a sus derechos y volvió a quedar afuera de la liga.  

Laron tardó mucho en recuperarse y recién en diciembre de 2006 logró firmar con un nuevo equipo. No era en la NBA, sino en Turquía. Lo fichó por un mes el Anadolu Efes. Esa etapa fue su último paso por Europa y luego comenzó a probar suerte en Latinoamérica. Primero con los Grises de Humacao en la BSN de Puerto Rico, en donde un desgarro en los isquiotibiales lo volvía a dejar afuera de las canchas.  

Después volvió, pero su estado físico no era el mismo y los boricuas lo dejaron libre. Esto lo llevó a tener un último intento como profesional. Lo llamaron desde Libertad de Sunchales y llegó a Argentina con más dudas que certezas para la temporada 2007/08.  

Destino: Argentina 

Lamas, quien era entrenador de Libertad, sacó un conejo de su galera y lo contrató. Alguien con pasado tan reciente en la NBA debía tener algo malo, pensaban en los pasillos de la liga. Una lesión, malos comportamientos o problemas con sustancias eran las hipótesis principales. Sin embargo, el foráneo desmintió las acusaciones e inmediatamente demostró que estaba muy por encima de la media de la LNB.  

Triples, penetraciones, agresividad y personalidad, lo que le pedían, Laron Profit lo daba. Lamentablemente, la desdicha golpeó otra vez la puerta del escolta (y de Libertad) y la sensación norteamericana se lesionó en el séptimo partido que disputó con los tigres. Llegó Robinson en su lugar, pero no le llegaba ni a los talones, por lo que prefirieron esperar al exjugador de Lakers y exigirle una dura recuperación.  

Con una ardua rehabilitación a sus espaldas, Profit llegó a punto caramelo a playoffs y la apuesta de Libertad funcionó como si hubiera estado escrita en un guion desde el comienzo de la temporada. Cargó con la mayoría de las responsabilidades de su equipo y simplemente la rompió, convirtiéndose en el MVP de las finales y liderando a los de Sunchales al campeonato de la Liga.  

En Sunchales quedaron enamorados de su juego y el escolta volvió la próxima campaña, en la que promedió 16.7 puntos en 41 partidos. Ese fue su último periplo como profesional y luego se volvió a Estados Unidos. Orlando Magic, el equipo que lo seleccionó en el Draft lo incorporó a su staff técnico en 2012 y allí se mantuvo hasta la temporada 2015/16. 

Su historia sigue viva 

Actualmente sigue viviendo en South Florida, pero trabaja como scout para Washington Wizards. Su última aparición pública fue cuando falleció Kobe Bryant. Lo despidió con unas palabras y volvió a las sombras, esas sombras que siempre lo azotaron y no le permitieron tener continuidad. ¿Qué hubiera sido de Laron sin ellas? Imposible saberlo. Lo que sí, cuando el destino le concedió oportunidades las aprovechó y demostró que era un jugador especial. Enigmático, pero también atractivo. Su luz, más que su oscuridad, encandiló a todos.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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