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El cometa Hale-Bopp fue uno de los fenómenos más observados del siglo XX. También fue uno de los más brillantes de la historia y pudo ser contemplado a simple vista por 18 meses desde el 23 de julio de 1995 hasta el 1 de abril de 1997. Hubo conspiraciones en las que se sospechaba que podía ser una nave extraterreste, preocupaciones por un suicidio en masa y múltiples cuestiones que rodearon al majestuoso hecho. Nada se pudo comprobar por completo, y lo único que se sabe con certeza es que para verlo de nuevo habrá que aguardar 3.000 años. 

El caso de Laron Profit también se podría explicar a partir del cometa Hale-Bopp, ya que su paso por la Liga Nacional fue efímero, pero maravilloso. En el poco periodo que pudo disputar en Argentina, revolucionó el básquet y fue la figura de Libertad de Sunchales en el campeonato doméstico de la temporada 2007/08. Tras conseguir dar la vuelta con los suyos, el foráneo fue elegido el MVP del torneo con exorbitantes promedios de 25.5 puntos, 7.3 rebotes y 56.3% en tiros de cancha. 

Todo comenzó cuando la figura de Libertad, Joshua Pittman, fue suspendido por tres años por la AdC tras haber dado positivo en un doping. Para los de Sunchales fue un golpe bajo, porque que se venía el Super 8 y se quedaban sin su principal estrella. Así y todo, el conjunto de Julio Lamas logró consagrarse campeón del certamen, pero el asunto estaba lejos de solucionarse. Primero probaron reemplazarlo con Ryan Carroll, pero el extranjero no fue ni una sombra de Josh y otra vez debieron sondear el mercado.

Cuando la gente y los fanáticos comenzaban a ponerse nerviosos, Lamas sacó un conejo de su galera y contrató a Laron Profit, un extranjero que había jugado para Los Angeles Lakers en la campaña 2005/06. Alguien con pasado tan reciente en la NBA debía tener algo malo, pensaban en los pasillos de la liga. Una lesión, malos comportamientos o problemas con sustancias eran las hipótesis principales. Sin embargo, el foráneo desmintió las acusaciones e inmeditamente demostró que estaba muy por encima de la media de la LNB. 

Triples, penetraciones, agresividad y personalidad, lo que le pedían, Laron Profit lo daba. Lamentablemente, la desdicha golpeó otra vez la puerta de Libertad y la sensación norteamericana se lesionó en el séptimo partido que disputó con los tigres. Llegó Robinson en su lugar, pero no le llegaba ni a los talones, por lo que prefierieron esperar al exjugador de Lakers y exigirle una dura recuperación. 

Con una ardua rehabilitación a sus espaldas, Profit llegó a punto caramelo a playoffs y la apuesta de Libertad funcionó como si hubiera estado escrita en un guion desde el comienzo de la temporada. Cargó con la mayoría de las responsabilidades de su equipo y simplemente la rompió. Puntos, generación de juego con pelota y oportunidades para sus compañeros a partir de doblajes. Primero dejaron atrás a Quilmes, luego a Peñarol, que venía de ser campeón de América, y finalmente a Quimsa. Tal fue su injerencia que, en sólo seis de los 11 partidos jugados en playoffs, no fue el goleador del conjunto de Sunchales. 

Todas las personas que observaron el cometa Hale-Bopp quedaron extasiadas, era un fenómeno precioso y bonito que se apreciaba especialmente al atardecer. El largo periodo en el que permaneció visible y la espectacular cobertura mediática le permitió ser uno de los sucesos más importantes del siglo XX y de la historia en general. Un hecho majestuoso que tardará 3.000 años en aparecer de nuevo. Laron Profit también fue especial e inédito y su figura aún se mantiene como una de las más dominantes en la historia de la Liga Nacional. ¿Volverá a surgir un jugador con su talento? Sólo el tiempo lo sabe. Resta esperar.

Ignacio Miranda/ [email protected]
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