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Mike James estaba siendo una de las revelaciones de la temporada NBA, antes de ser sorpresivamente cortado por los Phoenix Suns, a días de que la franquicia de Arizona le hubiese convertido su contrato doble (mitad G-League, mitad NBA) a uno regular. Es que el base de 27 años había podido trasladar todo lo bueno mostrado en Europa y en su campaña de rookie promediaba 10,4 puntos por juego.

Luego del corte, fueron varios los rumores que salieron a la luz sobre su futuro, incluyendo a un par de potencias europeas que se mostraron interesados en contar con sus servicios. El que más pareció buscarlo fue el Barcelona, quien recordemos sigue buscando un base, tras el prolongado conflicto con Tyrese Rice (se fue a China). Incluso algunos se ilusionaron con una posible vuelta al Baskonia, donde había dejado una grata impresión un par de campañas atrás.

Sin embargo, siempre se supo que la prioridad de James era seguir en Estados Unidos y no dejar pasar una chance por la que había trabajado muy duro. Eventualmente, por estas horas pudo cumplir su objetivo: firmó con los New Orleans Pelicans de Anthony Davis, DeMarcus Cousins y compañía, donde a diferencia de Phoenix, podrá pelear por un lugar en los playoffs.

Es cierto que el contrato vuelve a ser doble, como en sus inicios en los Suns y que en New Orleans tendrá bastante competencia con Jrue Holiday y Rajon Rondo por delante. Pero James ya ha mostrado su capacidad para ser efectivo en la NBA y no sería de extreñar que repita su buena tarea, ahora con los Pelicans. El Barcelona, mientras tanto, a seguir buscando.