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Cuando en el Sudamericano de Medellín, en 1985, la selección argentina de León Najnudel consiguió el tercer puesto que le valió un lugar en el Mundial de España 1986, muchos festejamos. Claro, en aquel entonces, llegar a un Mundial era el gran objetivo. Jugarlo. 

Desde 1974, el país esperaba esa oportunidad y la ampliación de España ´86 a 24 equipos lo permitió. Después vendría la increúble victoria sobre Estados Unidos y la desilución ante Italia, pero eso es parte de otra historia.

La cuestión es que, desde 1986 a hoy, Argentina no volvió a faltar a un Mundial, y por eso llegar este mediodía a los 100 partidos en Copas del mundo no suena a milagro, pero sí a cifra redonda e importante.

De esos 99 partidos previos, Argentina ganó 56 (el porcentaje es bastante fácil de adivinar, 56.6%) y perdió 43 (43.4%), teniendo sus mejores récords en el Mundial de 1950 en el que salió campeón (6-0), y en Indianápolis 2002 (8-1). En Turquía 2010 también alcanzó una excelente marca (7-2), al igual que en Japón 2006. Es decir, si sumamos los últimos 3 Mundiales, la marca de Argentina es impresionante: 22 triunfos y apenas 5 caídas.

De estos 99 partidos, el hombre que más jugó fue Rubén Wolkowyski (34), en 4 Mundiales, seguido por Marcelo Milanesio y Fabricio Oberto, ambos con 32. Del equipo actual, el recordman es Luis Scola, con 28 sumado el de ayer ante Puerto Rico.

¿Cuál fue el momento más importante de estos 99 juegos? Indudablemente, el título en 1950 es el mayor hito, pero no podemos olvidarnos de la victoria sobre el Dream Team en Indianápolis 2002, que terminó con el invicto de los NBA desde su creación para Portland 1992.

Ante Croacia, número 100. Por la victoria 57. Por mantener la historia y el prestigio.