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Carlos Delfino: “Soy un agradecido porque esta es una segunda oportunidad”

23:16 25/11/2021 | Charlamos con el Lancha en su vuelta al seleccionado argentino luego de cinco años. Su pasado, su presente y esta nueva convocatoria que lo llena de ilusiones.

Delfino volvió a la selección luego de cinco años (Foto: CAB)

- ¿Te das cuenta que sos un tipo que va a cambiar todos los cánones de la historia del básquet mundial? Jugaste hasta 2003, no jugaste tres años, jugás los Juegos Olímpicos, no jugás cinco años en la selección y volvés ahora hecho un chico, goleador de Italia.  

. No me gusta mirar para atrás y como que me da nostalgia. Estoy contento porque en ningún momento hubiese pensado que en el momento que estaba, que no podía caminar sin renguear, y cuando me hice aquella operación con Gianini famosa, en ningún momento pensé que iba a volver a jugar y que iba a durar tanto, y que, realmente como me decía él, me iba a ir sintiendo mejor con el tiempo y no enseguida, porque iba a seguir regenerándome. La verdad que soy un agradecido porque esta es una segunda oportunidad de vivir esto que me gusta, de continuar y ser competitivo, porque si no fuera competitivo no podría permitírmelo. No me permitiría estar para recibir un aplauso o simplemente poder estar. Se que en mi equipo soy una pieza importante, esto de que me convoquen me encanta y me da un empujón porque estoy viviendo en un lugar donde viví un montón de cosas, pero encontrándome con cosas nuevas, porque hace cinco años que no estoy. Es volver a vivir una cosa en la que ya estuve, pero con la experiencia que antes no tenía, y es divino, porque es otro punto de vista.

- ¿Gianini te había anticipado que se te iba a estirar la carrera?

. Cuando yo lo fui a ver le dije que quería jugar con mis hijos, y él me dijo que iba a jugar al básquet y en alta competencia. Cuando terminaron los Juegos Olímpicos de Río fui y me operé de nuevo con él. Lo más importante que hice con él es una terapia de células estaminales, que son como uno minions que siguen trabajando. Él me dijo que iba a estar mejor en ese momento, pero con el tiempo siguen trabajando y tu cuerpo se va a sentir mejor, te vas a seguir adaptando. Siempre dije que mi cuerpo era trabajo en movimiento. Me sentía mejor, y hoy con 39 años me siento mucho mejor de lo que me sentía en Río con 34 o 35, pero no por una cuestión de números, sino porque simplemente mi cuerpo se adaptó a lo que es hoy, a cómo me muevo. Antes no estaba bien físicamente, había estado sentado tres años y no tenía músculos. Hoy estoy contento y realmente lo vivo diciendo en el vestuario de Pesaro, porque también me lo preguntan y me paran un poco el carro, me siento mejor cuando estoy con más actividad que cuando me hacen descansar, porque creo que el cuerpo de uno durante la carrera aprende y es como un caballo de carrera. No sirve para trabajar una vez que no corre más. No se qué voy a hacer el día que no juegue más, porque mi cuerpo evidentemente necesita la actividad para sentirse bien. Cuando me retiré haré como Manu o Fabri (Ginóbili y Oberto), me subiré a la bici o haré maratones, porque mi cuerpo necesita la actividad para sentirse bien. Cuando estoy dos o tres días sin hacer nada vienen los achaques físicos.

- Lo primero que tenés que hacer es poner una clínica de rehabilitación.

. Amenazo tener diploma sin haber estudiado (risas). Es tragicómico, mi teléfono está más lleno de números de kinesiólogos y doctores que otra cosa, y es una cosa linda y fea porque me han pasado un montón de cosas. Si tengo que hacer una lista de la gente que me ha ayudado a mejorar, no son solamente Gianini, la gente de Pesaro, la gente de Bologna, en todos lados me ayudaron y he ido porque tenía grupos que me ayudaban a seguir mejorando. Es todo un trabajo de hormiga y eso hace que hoy me sienta mejor. Quiero seguir en esto, quiero seguir pedaleando, quiero seguir sintiéndome bien, y la manera que me sienta bien es ayudando al grupo en el que esté a jugar mejor, desde adentro de la cancha, me gusta eso. Cuando estaba parado me ofrecieron hacer cosas cerca del básquet, pero me doy cuenta que mi cabeza está puesta en el jugador. Eso me tiene vivo, me tiene activo y me tiene bien.

- ¿Qué te hace jugar al básquet, recuperar el tiempo perdido, no mirar el calendario, divertirte en la cancha, competir? ¿Qué es lo que te hace decir “ni pienso en retirarme por ahora”?

. Retirarme no pienso y tengo un año más de contrato en Pesaro. Es la competición, lo que más extrañé cuando estuve sentado, y cuando estaba en equipos que no tenía la participación, o cuando no me tocaba estar en algunos lugares. A mi siempre me gustó estar dentro de la cancha. Fui siempre de generar cosas dentro de la cancha, y eso es lo que me divirtió. No me gusta jugar al básquet playstation, no me gusta ver cómo otros juegan, creo que el único momento que miro el básquet como trabajo es cuando tengo que estudiar a otros jugadores y estudiar el juego. Pero a mí lo que me motiva a seguir jugando es la parte amateur, es la competencia y el estar jugando, eso me divierte. Es el juguete y es lo que me mantiene vivo.

- ¿Notás que en Italia te toman como ejemplo a seguir, te jode alguno? ¿Cómo es el trato para un jugador como vos que sos campeón olímpico, tenés una carrera impecable en la NBA y pasaste un montón de cosas tremendas fuera del básquet?

. Siento que soy respetado, tanto dentro como fuera de la cancha de la misma manera. Eso me hace bien porque traté de que sea siempre así. He tenido problemas, en algún momento metí la pata, en algún momento me equivoqué, en algún momento tuve mala suerte. En otros momentos todo lo contrario, es lo que es la vida, que estás arriba y abajo, pero siempre mi trato con todos, con entrenadores, dirigentes, compañeros, árbitros, fue siempre el mismo, y hoy me encuentro en una edad que realmente me siento respetado por todos en Italia y me siento bien. Eso hace que todo sea más ameno, que uno pueda seguir divirtiéndose. Como nunca a nadie le falté el respeto, y si lo hice pedí perdón, siento recíproco hoy. Me siento muy tenido en cuenta y todos lo saben. No es que digo una cosa acá y hago una cosa allá. Soy un producto y crecí dentro del básquet italiano, entonces por ahí me es más fácil jugar ahí que en otros lugares, mi juego creció dentro de ese ambiente. Me hace bien hoy estar terminando mi carrera en ese lugar, donde crecí y conozco todas las canchas dentro y fuera de la cancha.

- En estos cinco años hubo algunas chances para que estuvieras en la selección, quizás la más fuerte, paradójicamente, terminó siendo la última, porque estabas en un alto nivel, vino lo de la hepatitis, eso te corrió un poco de la carrera. ¿Estuviste pendiente de estar, extrañaste estar, o no lo pensabas?

. Lo pensé cada día y estuve siempre pendiente. No se cuándo estuve más cerca o más lejos. Pero son cosas que han pasado y es inútil hacerse historias o hablar de eso. No me suma en nada, y fue una de las primeras cosas que hablamos cuando Néstor me llamó. Uno por la edad, porque hace cinco años que no vestía esta camiseta y no estaba en una concentración, y demás, así como esperaba estar y así como pensaba de qué manera ayudar, al mismo tiempo era consciente de que pasaba el tiempo. Uno va haciendo un luto interno que dice que ya está. Por ahí pasa un amigo o un compañero que te ve jugar y te dice que tal vez podría estar. En Italia me lo preguntaban mucho y seguido, pero nunca fui de los que pensaba que hay que estar o alguien lo merece. Cada entrenador sabe por qué elije los equipos y siempre se lleva al mejor grupo posible, siempre fui muy respetuoso de eso. Lo único que hice siempre fue hacer las cosas bien y, a pesar de hacerme la idea de no estar, siempre estuve pendiente de cada convocatoria, esperando y viendo, incluso hasta planeaba vacaciones, viajes y descansos por si sucedía el llamado. Porque uno es competitivo y siempre trata de estar vigente, y porque también se hace ilusiones. Después las cosas pasan por algo, son como son, y lo bueno para mi es que sigo jugando, haciendo lo que me gusta, me siento valorado y me siento con mucha fortuna de estar de nuevo acá y a la altura de estar vistiendo esta camiseta.

- Asumo la culpa, me pongo la camiseta de los que hablamos del fin de la Generación Dorada en Tokio por el retiro de Luís, como no creyendo que volvieras a jugar en la selección. ¿Te sentiste tocado con eso?

. No porque no soy de estar en lecturas de cosas de básquet. A mi me gusta jugar, no me gusta estar leyendo muchas cosas. Soy un agradecido de hacer notas y demás, pero no me llevé nunca muy bien con seguir. Siempre fui muy creído de mi punto de vista, lo que se que he hecho y lo que puedo dar o no. Cada uno tiene lo que se merece, siempre seguí jugando y tratando de estar. En algún momento podría haber estado y ustedes no sabían, y en algún momento tal vez no tendría que haber estado. Lo que digo es que siempre traté de estar a la altura en el momento indicado, como lo es en esta ventana, y siempre pensé que podía estar. Pero acepto todo lo que pasó, todo lo que se dijo, y está bien que así sea, porque todos, en cada posición tienen un equipo distinto al otro en la cabeza, y los nombres que se repiten siempre son pocos o muchos, pero uno no puede estar en el equipo de todos. Son las reglas del juego siempre.

- ¿Y cuando fue lo de Tokio, te dolió no estar porque la Generación Dorada, entre otras cosas, tuvo enormes momentos en las derrotas?

. Una cosa que hablo en este equipo, que me está costando mucho ganar en Pesaro, por lo que yo disfruto, y el que no me conoce me mira medio raro, y la gente que me conoce me ve trabajar día a día sabe de lo que hablo. Una de las cosas más lindas que tiene el deporte es cuando perdés, te lleva a ese masoquismo que cuando no tenés la chance de jugar, ese masoquismo de que te duela la derrota, de mejorar, que marca que hay otro mejor que vos, esa marca que te pone a trabajar. La Generación Dorada, el día a día se trabajaba un montón. Como decía Rubén (Magnano), la reválida es permanente y es una verdad. Hay que estar constantemente tratando de reinventarse y estar para competir. No me gusta mucho sentarme a hablar, pero me gusta trabajar en el día a día para mejorar un grupo, porque el que formó parte de un equipo sabe lo lindo que es mejorarse. Seguramente me hubiese gustado estar, en esos momentos se ven realmente los hombres sobre los nombres para sacar el pecho, trabajar, ir adelante y tomar responsabilidades.

- Me parece que es la primera vez que te toca ese rol muy claro, con entrenador debutante, más allá de su corto paso en 2012 por un Sudamericano, con muchísimos jóvenes, sin los chicos de NBA y Euroliga. Sos claramente un líder en un momento bisagra.

. Acá, me ha tocado en otros lados. Estaba en Torino y me fui del equipo por defender a un compañero y un entrenador en un vestuario, sin ser el capitán. Me gusta estar del lado del grupo y seguramente viene de la mano de la edad, de la experiencia. Espero ser servicial y estar a la altura de las circunstancias, y ayudar a Néstor en esta bisagra, este cambio de timón, ayudarlo en lo que pueda desde adentro de la cancha y conformarlo en lo que él pretenda de mí. No se si va a ser esta ventana, no se si voy a seguir jugando, si voy a jugar dos olimpiadas más, pero seguramente que cuando uno va creciendo es más vocal.

- ¿Cuál es tu visión a futuro de Argentina después de Tokio, con la salida de Luís, quizás un bajón después de un 2019 que quizás no llegó más arriba, es muy crítica, tranquila, optimista, no tanto?

Creo que cuando termina un ciclo olímpico todo el mundo está en veremos. De no ser que seas Estados Unidos o potencias, hoy Eslovenia con . Doncic que es una gran figura y joven. A España se le caen también figuras que no van a estar más en la selección, tienen otros jóvenes, pero hay que ver cómo se rearma. Siempre cuando se terminan ciclos olímpicos es momento de ver cómo seguir. Argentina lo bueno que tiene, en un básquet que depende mucho de quién arma y tiene el balón, tiene jugadores muy importantes que pueden generar muchísimo desde la base, desde el uno y el dos, y eso no lo tiene todo el mundo. Será cuestión de ver qué pretende del juego Néstor, cómo pretende armar un grupo y un equipo, cómo pretende rodear a los jugadores más importantes si junta a todo el equipo posible, y ver cómo puede potenciarse. Fueron muy pocos los años que Argentina ya tenía el equipo armado antes de empezar un ciclo. Por eso hay que tener paciencia, hay que seguir trabajando. Hay que adaptarse todo el mundo para ver cómo implementar la idea de juego de Néstor. Pero todo viene con el tiempo, con trabajo, y es cuestión de dejar fluir un poco todo lo que pueda llegar a pasar.

- ¿Hacés un pequeño análisis de cómo ves las situaciones que viven Facu, Deck y Bolmaro en la NBA, vos que también las pasaste todas también ahí?

. Estoy mirando poca NBA porque juega a un horario prohibitivo en Italia, entonces miro mucho un resumen, estadística y demás. Quien la pasa peor es Tortu, porque está sin ritmo, sin juego, y cuando estás sin juego y fuera de la rotación, mantener tu básquet y mantenerte positiva cuesta. Me costó mucho en Detroit en mis primeros años, y tenía 15 minutos de promedio. Creo que puede costar bastante. Bolmaro, si bien no está jugando mucho en lo que es NBA, pero si tiene la chance de bajar, jugar y mantenerse activo, hace que pueda seguir creciendo, y un jugador joven como él le hace bien. Está en una franquicia justa, porque es una franquicia que tiene el espacio que le permite desarrollarse. Ahí vuelvo a Gabi y me sorprende que no juegue, todos sabemos lo que puede dar y podría estar desarrollando dentro de una cancha, y que no lo tengan en cuenta me resulta extraño. Facu es el que goza con más tiempo, lo veo que este año no empezó como nos acostumbró antes, pero también él tiene que asentarse en lo que es la liga, asentarse a lo que puede darle a un equipo con regularidad. Esa regularidad te puede tomar tiempo y depende mucho del equipo, su básquet en el pasado vino cuando se abrió algún lugar y, cuando están buscando una rotación distinta, y que se volvió a jugar una NBA normal, tiene que encontrarse y seguir apostando a su juego y a que su juego termine asentándose dentro de lo que es la liga. Repito igual, los veo muy poco y hablo porque viví muchas situaciones y no cambian mucho las vivencias dentro de la liga.

- ¿Ya le dijiste a Juan Fernández que cuando nación ya jugabas en la selección?

. Es más chico que mi hija (risas). Cuando nació ya había jugado en Unión también. Uno trata de que esas diferencias de edad no se noten. Prefiero que me cuenten como uno más. No quiero que me traten mucho de señor. Juan fue uno de los pocos que se atrevió a acercarse y vino a decirme un consejo, y le dije que obviamente. Me dijo que los pantalones largos no van más, que tengo que usar ropa más ajustada (risas). Me estoy quejando con Facu Vartanian porque no me gusta la ropa ajustada (risas). Son mucho más jóvenes que yo y está bueno para mí estar al lado de ellos porque estoy motivado para competir y estar a la altura de ellos. A la vez trato de estar cerca para que puedan venir y pedirme un consejo o simplemente tenerme en cuenta para algo, porque puedo darles una mano también adentro de la cancha.

- La última, ayer hablé con Néstor, junto con vos uno de los hombres más felices del planeta, ¿Quién tiene la sonrisa más grande en esta ventana?

. Yo estoy muy contento de estar acá, no me lo esperaba para nada. A Néstor lo veo muy bien y me pone muy feliz. Creo que cada uno tiene la sonrisa grande por algo. Néstor se lo que la viene peleando hace mucho tiempo, le ha tocado estar en algún proceso y creo que la sonrisa más grande la tiene él porque está en un lugar que, ha trabajado un montonaso por estar acá. Le ha tocado ser rival y visitante en contra de Argentina, y finalmente tiene su oportunidad. La sonrisa más grande se la merece él por todo lo que ha hecho.

Fabián García

[email protected]

En Twitter: @basquetplus

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