La divertida estafa de Sam Cassell en el juego debut de Steve Francis
12:43 12/12/2021 | “Franchise” era un novato e iba a tener su primer partido en la NBA, se dejó llevar por el barrio y el veterano armador de los Bucks lo engañó y le dejó una lección.
Steve Francis fue de esos jugadores que irrumpieron en la NBA a principios de los 2000, jugando a gran nivel y que además, para llegar hasta allí tuvo que superar todo tipo de adversidades en el entorno, entre la droga, la familia y vivir casi como un vagabundo desde muy pequeño. Un papá preso y una madre enfermera que trabaja día y noche por sus hijos, pero que poco podía hacer en las horas libres de estos. La cuestión es que Steve pudo sobreponerse a eso y llegó a la NBA, a Houston Rockets, donde estaban por ejemplo Charles Barkley y Hakeem Olajuwon, su ídolo.
La noche antes del debut, otro ex Rockets, Sam Cassell, por entonces base de Milwaukee invitó al rookie Francis a ir por un trago para hablar de la NBA y quitarle un poco sus nervios previos al debut. Sam era oriundo de Baltimore y Francis del DC, relativamente cerca y por ello que Steve no vio nada malo en ello.
“Mi hombre, Sam Cassell, me sacó la noche antes de mi primer partido de la NBA. Estábamos jugando contra los Bucks en Houston y sabía que estaba a punto de llevarle el culo a la tintorería”,comenzó contando Francis. “Sam es de Baltimore, y yo de DC, así que este tipo estaba tratando de engañarme mentalmente como Jedi para que pensara que me estaba haciendo un favor manteniéndome fuera hasta las seis de la mañana, dándome todos estos consejos fraternales. ¡Ni siquiera estábamos de fiesta, hombre! Todo eso era parte de su estafa. Estábamos en algún club, bebiendo té helado o lo que sea, y él me está contando todo sobre lo que tengo que hacer para sobrevivir en la NBA”, continuó.
Tras un par de horas de charlas y consciente de lo que tenía al otro día, Francis le dijo a Sam que debía irse, pero la negativa fue al instante. “No, lo que necesita hacer es sentarse allí y me escuchas decirte cómo hacer frente a estos tipos”.
A las cinco de mañana, con el sol de frente, Steve Francis salió del bar que estaba junto a Cassell, sin entender demasiado que es lo que había pasado y no por estar borracho, sino que no esperaba tanta verborragia de su futuro rival, quien en la despedida le dijo con picardía: “Steve voy a reventarte mañana, que descanses”
Lo poco que descansó Francis se notó al otro día, la inexperiencia, nervios y fatiga por estar despierto hasta altas horas de la madrugada, hizo de Steve un papel en la cancha pisoteado por Cassell, quien por el contrario metió 35 puntos.
“Hombre, salió esa noche y me dejó 35 puntos. Estaba tan cansado en el primer cuarto que pensé que me iba a desmayar. Recordé que era un novato punk en un equipo con Charles Barkley y Hakeem the Dream Olajuwon. Estos tipos están en el grupo mirándome como en ese momento como si fuera una mierda, Rudy T me mira como diciendo ‘¿Cambiamos 15 malditos puestos a Vancouver por esto?’”.
La noche fue larga y la anécdota eterna para Francis, quien siempre tendrá en su cabeza la frase que le dejó Cassell tras aquel juego: “No lo olvides, somos amigos fuera de la cancha, pero en ella…”
“Aprendí la lección, pero tu Sam eres un maldito hijo de perra”,confesó Francis en The Players Tribune.
Mauro Osores / [email protected]
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