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Nuevas ideas, un formato innovador, presión desde la liga para que el evento sea más competitivo. Con esa base partió el All-Star Game, y se esperaba que esto atrajera a más gente, pero finalmente terminó siendo un absoluto fracaso. Front Office Sports difundió un dato que debería alertar a toda la cúpula que maneja la liga: es el segundo Juego de las Estrellas menos visto de toda la historia.

Hubo varios motivos que llevaron a este resultado. Uno de los principales fue el tema de las ausencias. Desde hace tiempo se sabía que Luka Dončić no estaría presente porque no alcanzaba la cantidad mínima de partidos. Luego, en los días previos al evento, se bajaron dos jugadores ya seleccionados: Giannis Antetokounmpo y Anthony Davis (reemplazados por Trae Young y Kyrie Irving). Y, finalmente, la frutilla del postre: minutos antes de que comenzara el partido, se anunció que LeBron James y Anthony Edwards tampoco jugarían.

Fueron 4.7 millones de espectadores los que vieron el encuentro a través de las plataformas de TNT, un 13 % menos en comparación con el año pasado. Es el segundo All-Star Game con menos televidentes; el primero es el de 2023, con 4.6 millones. Otro dato preocupante es que los últimos tres Juegos de las Estrellas no superaron los seis millones de espectadores, los únicos en la historia con tan baja audiencia.

Esta tabla explica mejor que nada la decadencia del All-Star Game de la NBA: