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Desde los entrenadores más ganadores, hasta los que no tanto, tienen que pasar por el duro momento de decir que no, de cortar a un jugador que no van a tener en cuenta. Sin dudas que algo que más cuesta es definir un plantel para un Mundial o Juego Olímpico donde la ilusión que tienen los protagonistas es grande. En lo que fue una charla repaso de su carrera, Rubén Magnano habló con el periodista Walter Safarian en el Podcast denominado Proyecto Líderar y comentó aquello que tanto le costó definir en relación al plantel que luego sería subcampeón del mundo en Indianápolis 2002.

El periodista lo consultó sobre la situación más complicada a la hora del armado de un plantel y las formas para explicarle a un jugador que no iba a quedar en el equipo y el cordobés enseguida recordó cual fue la más le costó y la tiene bien presente debido a la respuesta del protagonista en cuestión.

“Claro que me acuerdo, lo tengo muy grabado y hay una respuesta muy interesante de analizar que me dio un gran aprendizaje. El momento más difícil fue cuando me tocó dejar afuera al Dani Farabello, que era el jugador número trece. Si bien prácticamente todas las decisiones no han sido unilaterales, sino que siempre las he conversado con mi cuerpo técnico, sabiendo que indudablemente la palabra final la tengo yo, pero siempre me gusta escuchar a las personas que trabajan conmigo para saber qué opinión tienen y qué visión tienen de la situación”.

El aprendizaje que cuenta Rubén es por la forma, la altura con que Farabello tomó lo que él le estaba comunicando y eso marcó de buena manera al entrenador oro olímpico en Atenas 2004: “Fue muy duro para mí dejarlo afuera y la anécdota que recuerdo de eso fue que él me dijo ‘Rubén, yo nunca te pregunté a vos por qué me citaste y ahora no tengo derecho a preguntarte por qué salgo o quedo afuera”.

Una postal de su carrera en una frase. Dani Farabello en la cancha como en la vida y con una lección que Rubén guarda como un gran recuerdo de uno de sus dirigidos, quien ahora está del otro lado del mostrador y seguramente inculca valores que el propio Magnano le enseñó alguna vez.

En Twitter: @osoresmauro