La tapa a James Harden, la última jugada legendaria de Manu
16:41 03/04/2022 | Con 39 años y sin muchos de sus laderos del 2014 en cancha, Ginóbili se cargó el equipo al hombro esa noche y lo cerró con una jugada defensiva a la altura de su carrera.
“Lo peina Ginóbili”, es la frase expresada por Álvaro Martín para contar en vivo y en directo lo que sucedió en ese juego cinco de la serie de playoffs del 2017 entre San Antonio y Houston. El próximo 9 de mayo se cumplirán cinco años del quizás último momento icónico de Manu en los Spurs, con aquella quirúrgica tapa a James Harden, por entonces encandilante figura de la NBA con aquellos novedosos Rockets del básquetbol ultra ofensivo.
El duelo entre Houston y San Antonio de los playoffs del 2017 significaba mucho para ambas franquicias, de acuerdo a sus rivalidades por ser del mismo estado (Texas) y por que había que remontarse a 1995 para encontrar un cruce entre Espuelas y Cohetes. En aquel bicampeonato, Houston se impuso por 4-2 ante un rival que aún no contaba con Tim Duncan y que por ejemplo la dupla interior estuvo conformada por David Robinson y Dennis Rodman.
Con ese condimento extra, se encontraron en las semifinales de la Conferencia Oeste, San Antonio el sembrado números dos y Houston el número tres. Los Spurs estaban en su primer año tras el retiro de Tim Duncan y con Kawhi Leonard asumiendo toda la responsabilidad anotadora del equipo, apuntalado por Tony Parker y Manu Ginóbili, dos de la vieja guardia, más Danny Green, Patty Mills, LaMarcus Aldridge y el incorporado Pau Gasol.
Pero yendo a la historia entre Harden y Manu, ambos pudieron tener carreras similares, pero el altruismo de Ginóbili hizo la total diferencia. La Barba llegó a la NBA en el 2010 y se sumó a OKC junto a Kevin Durant y Russell Westrbrook, un power trío que rápidamente dio sus frutos y en la tercera temporada de James, ya estaban disputando una final de la NBA. A partir de aquí radica el primer contraste entre ambos jugadores, mientras Manu tras conseguir un anillo en su primer temporada y números importantes que le podían dar más protagonismo y dinero en otra franquicia, decidió resignar mucho de eso por seguir en San Antonio en la estructura donde era un pieza clave, el mejor sexto hombre, pero lejos de ser posicionarse como una superestrella.
Por su parte, James Harden optó por el estrellato y los dólares antes que intentar ganar el campeonato con Oklahoma City. Houston le dio lo que pretendía y se mudó para construir allí, donde lo hizo realmente bien, con números desorbitantes y un modelo de juego que quedó en la memoria de los fans, pero el título estuvo bien lejos. Sobre todo porque La Barba no dio la talla en la chiquita, en los momentos culmines.
En aquel mayo del 2017, Houston y San Antonio estaban igualados a dos, con unos Rockets pegando de entrada, pero sucumbiendo en los juegos dos y tres, cediendo la ventaja de localía y todo quedaba supeditado al importantísimo juego cinco. Manu estaba entre que si era la última temporada o no, pero mientras tanto seguía mostrando vigencia noche a noche, con volcadas, puntos y todo ese juego que característico de él.
En aquel juego cinco ante Houston, metió 12 puntos, dos de ellos para igualar el juego y mandarlo al tiempo extra a falta de 31”. La tensión que se vivió en ese clásico traspaso la pantalla, con Houston encendido y metiendo de todo, mientras San Antonio como podía estaba en juego, tras haber perdido por lesión a Kawhi Leonard en ese partido y a Tony Parker en el segundo choque de la serie.
En el tiempo extra todo era todo nervios y con una participación importante de Danny Green (6 puntos en el último minuto), los dueños de casa estaban tres arriba cuando James Harden se quedó con el balón, luego de un salto entre dos y allí Manu, en un cambio de marca, hizo la genialidad de dejarse sobrepasar por Harden y cuando este necesitaba el tiro de tres puntos, desde atrás, le metió una de las tapas más clutchs y quirúrgicas de los últimos años en los playoffs de la NBA.
Después de esa acción a Manu le siguió una temporada más, con muchos highlights más que interesantes, pero por la situación, el clásico, la tensión y porque era ante el jugador de moda en la NBA, la tapa a Harden es sin dudas la última jugada legendaria de Manu en la NBA, una que pinta de cuerpo entero a Ginóbili, un jugador tan poco convencional, como espectacular, capaz de todo y esa noche regaló para su antología de jugadas un bloqueo para la historia.
Mauro Osores / [email protected]
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