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Eran las primeras armas de Emanuel Ginóbili en la Liga Nacional. Oscar Sánchez vio un diamante en bruto cuando lo observó en sus inicios con la camiseta de Bahiense del Norte, y no dudó en convencer a su familia en llevárselo para La Rioja y así empezar con su exitosa carrera, que hoy lo tendrá como elegido al Hall of Fame de la NBA.

Pese a las peleas con su madre, Sánchez ganó la batalla y finalmente viajó con Manu hacia La Rioja para jugar en el histórico Club Andino. Su debut se produjo un 29 de septiembre en Mar del Plata, cuando los del noroeste argentino visitaron a Peñarol en el Polideportivo Islas Malvinas.

Ya en el segundo cuarto, el Milrayitas sacó una buena ventaja y el entrenador Oscar Sánchez no encontraba respuestas en sus titulares, en un equipo que contaba con jugadores interesantes como Daniel Farabello, Gustavo Oroná, Gabriel Riofrío y Hernán Jasen. Es por eso que metió mano en el banco de suplentes y dijo: “Dale, Sepo, entrá vos”. El Huevo se confundió de apodo, pero llamó a Manu Ginóbili para que realice su debut absoluto en la Liga Nacional.

Con la 6 en la espalda, Ginóbili ingresó en el segundo cuarto de ese partido y, pese a los nervios por el debut, Manu en sus primeras ofensivas ya había encestado un triple. El partido del bahiense no fue el mejor, y allí surgió el comentario desafortunado del periodista marplatense Rubén Muñoz. El ruso, histórico comentarista de las transmisiones de Peñarol, sostuvo en el ingreso del bahiense que no estaba para jugar en la Liga Nacional.

El juego continuó y también en ese segundo cuarto reconoció lo que en el futuro terminó siendo una realidad, que era el mejor de los Ginóbili. Años más tarde, el Ruso tuvo su derecho a réplica y dijo: “Es verdad que yo opiné en ese momento que no estaba para la liga, más que nada por su físico. Con el transcurrir del partido, en el segundo tiempo, mostró condiciones que lo marcarían a fuego en el futuro: su temible triple".

El partido finalizó con un contundente triunfo de Peñarol de Mar del Plata por 104-85 y pese a la derrota, Emanuel Ginóbili tuvo una buena labor para Andino aportando nueve puntos (3/7 en triples) en escasos 18 minutos en cancha. Esa temporada jugó 26 partidos con el equipo riojano, con un promedio de 5.2 puntos por partido. Sus buenos partidos, con escasos 18 años, permitieron que regrese a su Bahía Blanca natal para jugar allí por dos temporadas, y luego dar el salto a Europa para jugar en el Virtus Bologna, donde consiguió la Euroliga y la Liga Italiana en 2001 y la Copa Italia en dos ocasiones consecutivas (2001 y 2002).