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La fama de Larry Bird, además de ser un grandísimo jugador, es de un tipo que sabe cómo manejar el lenguaje en la cancha, conoce al dedillo la cantidad de basura que le puede decir a un novato, a uno de segundo año o a una figura del adversario, midiendo hasta donde podían aguantar porque entendía que eso lo alimentaba a él para competir cada noche.

Clyde Drexler llegó a la NBA en la temporada 1983/84 y cuatro años antes lo había hecho Larry Bird, habiendo ganado la leyenda de Boston una buena reputación en esos años con muy buen baloncesto, de suma calidad y mucha presencia en la cancha, sin dejarse intimidar por nadie.

El 2 de diciembre de 1983, Clyde y Larry se vieron las caras por primera vez y entonces, la leyenda de Boston  lo midió a ver qué tal era desde lo mental ese escolta de 21 años y mucha calidad técnica que llegaba con buenos pergaminos desde la Universidad de Houston. “En mi año de novato estaba marcando a Larry y recuerdo que me miró y me dijo ‘no podes defenderme’ y le respondí ‘dios mío, como eres tan confiado’”, recordó Clyde

Eso fue todo lo que necesito Bird para arrancar, el combustible necesario. Drexler jamás olvidará la respuesta del alero de Boston y lo que le hizo después: “¿Confiado? Eres un novato, no sabes nada’ y procedió a meterme 10 puntos consecutivos”.  Esa noche fue victoria del elenco de Massachusetts 115-106 con Larry autor de 41 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias y una lección a Clyde que no salió en la planilla, pero que prácticamente anuló a aquel joven prometedor.