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El Real Madrid logró una victoria ajustada ante Murcia por 80-75 en un partido que dejó sensaciones encontradas para el equipo de Chus Mateo. Con la Euroliga como prioridad en el horizonte, los blancos volvieron a mostrar irregularidad en la Liga ACB y sufrieron ante un rival que aprovechó cada desconexión. Murcia dominó el primer tiempo con un gran despliegue físico y el aporte ofensivo de Arturs Kurucs (15 puntos) y Simon Birgander (14), mientras que el Madrid padeció su falta de acierto exterior y un juego intermitente en ambos costados de la cancha.

El equipo murciano llegó a controlar el ritmo del partido gracias a su intensidad y a los errores del Madrid, que no encontraba fluidez en ataque. Ni Campazzo ni Tavares lograban influir en el juego, y el equipo dependió demasiado de los aportes de Dzanan Musa (15 puntos) y Usman Garuba (12 puntos y 9 rebotes) para mantenerse en la pelea. Murcia, por su parte, aprovechó las pérdidas blancas y llegó al último cuarto con ventaja mínima, ilusionado con dar el golpe en el WiZink.

Sin embargo, en el momento clave apareció la defensa del Madrid para frenar la ofensiva rival y cambiar el desarrollo del juego. Andrés Feliz aportó intensidad en la conducción, Garuba impuso su presencia en la pintura y, en los últimos dos minutos, Facundo Campazzo se hizo notar. El base cordobés, que había tenido un juego discreto, sumó 4 de sus 6 puntos en el cierre y aportó 5 asistencias y 2 robos fundamentales para asegurar el triunfo.

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