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Silvio Santander llegó y en su temporada debut al mando de San Lorenzo se consagró campeón y dialogamos con él para conocer sus sensaciones. 

- Tardaste en largar, ¿qué pasó?
. La emoción... Empecé a pensar mucho todo lo que fue el camino y, además, terminó siendo un partidazo, agradable para ver y muy sentimental. Me costó tocar la tierra.

- Hay que reconocer que hubiese sido cualquiera de los dos un justo campeón.
. Sin dudas, felicitamos a Quimsa que hizo una gran temporada y merecía ganar. También hay que decir que cuando la serie comenzó y un equipo estaba completo y otro sin sus dos extranjeros, en condiciones normales hay una inclinación hacia uno y otro. Nosotros tuvimos esa situación de dar vuelta, justo pasó lo de Mauro Cosolito, que hay que comentarlo, y emparejamos. En el quinto podía pasar cualquier cosa. Si hoy empezaba la serie a cinco, sin extranjeros, nos íbamos a encontrar en desventaja definitivamente.

- Fue una bomba emocional la temporada, ¿no? Porque siento que todos estamos con las lágrimas a flor de piel. 
. A mí me pasa eso. Recién pensaba que comenzó la Liga con un entrenador que ya no está con nosotros. Acá se siguió jugando como se pudo, hubo mucha gente que estuvo afuera de su casa mucho tiempo y viviendo a la par de lo que pasa en la sociedad. Fue muy emocionante que se siguiera compitiendo, junto al resto de los torneos que están desarrollándose. 

- Una temporada muy especial para San Lorenzo, con lo de la Champions, los cambios de extranjeros... 
. Confieso, y siempre poniendo en valor que lo importante son los jugadores y la estructura del club, digo que me preparé para administrar otro tipo de situación y terminé administrando adversidad desde el día uno. Los entrenadores que estamos identificados con lo que sentimos por el entrenamiento, la distribución de roles... Acá, fuimos a la cancha y a resolver. Para mí fue un gran aprendizaje eso. 

-¿Cómo la resumís desde lo personal a la temporada?

. El año que me tocó parar me hizo muy bien. Después, como todos los entrenadores, tenemos un margen de error alto, superior al de los entrenadores de futbol, por ejemplo. Tomar una decisión te puede afectar indirectamente. Trate de sumar, con una estructura que ya venía rodando y jugadores de mucho oficio. Trate de colaborar desde un lugar más invisible. Y hoy, yo veía que el equipo ya estaba ahí, que iba a pasar esto, de ganar o perder pero un final cerrado. 

- Antes estaban Pichi y Milanesio, que tenerlos era llegar bien alto, luego Leo Gutiérrez, Paolo. Ahora Penka, ¿qué significa tenerlo?
. Es un emblema de la Liga, un jugador con mentalidad salvaje. Es un plus que todos los entrenadores quieren tener. Vildoza fue el MVP, Romano nos dio un gran plus, pero este basquetbolista es cosa seria. En el momento que dio el cambio de mentalidad, de físico y de cabeza, no hay quien lo pare. 

Fabián García / [email protected]
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