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Compitieron 20, quedan cuatro. La lucha por la corona de la Liga Nacional se redujo y los principales contendientes están a un puñado de partidos de quedarse con el título que parecía perdido. En el medio siguen los contratiempos, las ausencias y el maldito virus que tiene en jaque al mundo. 

Nada importó, el certamen continuó y dentro y fuera de la cancha la pelea jamás frenó. El esfuerzo se tradujo en atrapantes encuentros, incesantes disputas y equipos que nadie quería ver afuera del torneo y terminaron quedando en el camino. Sobrevivió un manojo y lo mejor, como siempre, está por venir. Dos cruces, un sinfín de emociones anticipadas e imposibles de predecir. 

¿Cómo llega cada uno de ellos? Quimsa, Boca, San Martín y San Lorenzo serán analizado por los cuatro factores ofensivos de Dean Oliver, gracias a los datos recolectados por Tubscout. ¿La razón de esta opción? Porque para estudiar la capacidad de ataque de unos equipos se deben conocer sus porcentajes de acierto al lanzar y los intentos que se toman, el número de pelotas que esas escuadras pierden, los rebotes ofensivos y el porcentaje de tiros libres sobre el total de tiros de los planteles. 

Esos cuatro factores se traducen en tiros de campo efectivos (%eFG), ratio de pérdidas (TO Ratio), porcentaje de rebotes ofensivos (%ORB) y ratio de tiros libres (FT Ratio). 

Boca
El plantel de Gonzalo García bajó casi todas sus medias con respecto a la temporada regular y de igual manera logró imponerse ante Gimnasia. En cuanto al eFG, que registra el acierto en tiros de dos y de tres, ajustando el hecho de que el triple otorga un punto extra, pasó del 52,24% al 51,34%, a la vez que en el %ORB, que señala el volumen de rebotes ofensivos capturados sobre el total de rebotes disponibles, decreció de 28,04% a 23,08%.

Sin embargo, una cifra que redujo positivamente es el ratio de pérdidas, que arroja del porcentaje de las posesiones de un equipo que terminan en una pelota malograda. Allí los xeneixes bajaron de un 18,29 en la regular a un 15,36 en los cuartos de final. Es decir, cuidaron mejor el balón y ejecutar más eficientemente en consecuencia. Además, aumentaron su ratio de tiros libres, que es una manera de expresar el número de veces que un equipo va a la línea, yéndose del 20,71 al 37,50.  

Quimsa
Los santiagueños, al igual que los de García, aumentaron en algunas variantes y decayeron en otras. Lo más importante es que su porcentaje de tiros de campo efectivos aumentó considerablemente de un 53,12% en la regular a un 60,85% en los cuartos ante Comunicaciones. Esto quiere decir que lanzaron mejor y seleccionaron óptimamente esos intentos. 

Su porcentaje de rebotes ofensivos no se alteró demasiado (de 26,50% a 25,76%), pero sí bajaron sus prestaciones en dos aspectos clave, y aún así lograron sobreponerse: ratio de pérdidas y de tiros libres. Perdieron 3,89% más balones que en la regular, pasando de 16,58 a 20,47, y decrecieron un 7,42 su ratio en la línea de los suspiros (de 20,60 a 13,18). 

San Lorenzo
Si hubo un equipo que lució más dominante que nunca en la temporada fue San Lorenzo. No solo anotó mejor que en la regular, sino que cargó al rebote ofensivo con aún más énfasis que en la instancia anterior, en donde ya era uno de los diez principales. Aumentó su eFG de 52,17% a 65,19% y su ORB de 24,18% a 33,33%. Algo increíble. 

Por otro lado, no le fue tan bien como en la regular en el cuidado del balón, decreciendo del 16,55 al 17,20, como así también en el ratio de libres, bajando del 21,54 al 18,52.  

San Martín
El Santo fue agrandándose silenciosamente en la postemporada y como San Lorenzo logró su mejor cara en la hora de la verdad. Su eFG no mutó mucho, pero fue en ascenso (del 51,42% al 51,62%), y su ratio de pérdidas bajó del 17,95 al 15,35 en los playoffs. 

También buscó mucho más sumar desde la línea (del 17,44 al 19,46) y no pudo mantener su porcentaje de rebotes ofensivos (del 22,38% al 20,72%).  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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