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La Liga Nacional de Argentina será, en unos días, de las primeras en el mundo que completen una temporada 2020/21 completa. Enorme mérito en un año que, aunque suene reiterativo, quedará en la historia de la humanidad como uno de los más difíciles de la modernidad. 

Para que eso puede suceder, de alguna manera, todos tendremos que estar con los dedos cruzados para que la situación sanitaria no termine de desbordar y provoque nuevas restricciones, que acaben con los espectáculos deportivos en lugares cerrados. 

Por suerte, en esta temporada, a diferencia de otras, hay margen de tiempo. La AdC cuenta con poder terminar la 2020/21 hasta fin de mayo y, llegado el caso, podría seguramente tomarse algunos días de junio, aunque con consecuencias, ya que podría ocurrir que algunos jugadores que participan de los Preolímpicos globales (Miguel Ruiz, de Comodoro, por ejemplo, con Venezuela, o los uruguayos de varios equipos), deban irse, dejando a sus equipos incompletos. No sería trágico, pero tampoco aconsejable. 

Lo que a nosotros nos preocupa es que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, hizo anuncios sobre nuevas restricciones el pasado 7 de abril, supuestamente hasta fines de mes, y una semana después profundizó las regulaciones, quedando al límite de suspender los deportes profesionales bajo techo. 

Vayamos a los números del Covid de abril. El 1 de este mes, en la Argentina hubo 14.430 contagios y 83 muertos. El 7, día de los primeros anuncios de Fernández, 22.039 y 198, respectivamente. Y el 14, día del segundo anuncio, 25.157 y 368. Ese mismo 14, ayer, la Ciudad de Buenos Aires, donde se juega la Liga, tuvo 3.063 casos y 42 fallecidos. Y en lo que va del mes batió todos los récords. 

A partir de todo esto, nos preguntamos, ¿tiene sentido mantener el cronograma actual de los playoffs de la Liga, que se estima podrían terminar, si no hay nuevas reprogramaciones, para mediados de mayo? Aclaramos. No decimos que hay que cambiarlos ni decimos que estará mal si deciden seguir como está previsto. Simplemente, decimos, ¿es necesario arriesgar a no terminar la temporada?

Si todo sigue así, y no hay nuevas medidas, para el 30 de abril se habrán jugado todos los cuartos de final y, probablemente, alguna semi. Podrían incluso estar terminadas las dos y ya tener una final armada. Lo que vemos con preocupación es si por una nueva escalada o por presiones diversas, se cierran las actividades deportivas, será muy difícil terminar la competencia, un logro que todos buscan conseguir. 

¿No es lo ideal? No, claro. Pero falta poco y mucho a la vez para que termine el torneo. Un frenazo de 2 semanas no sería letal, pero ¿alguien cree que puede haber una medida que sea absolutamente concreta por dos semanas? La situación es complicada y el básquet, obviamente, no es prioridad.

Una Final a 8, o llegado el caso, si se quiere arriesgar un poco más, una Final Four, creemos que no serían opciones para descartar. Se hizo un esfuerzo enorme para jugar una temporada completa. Nadie pondría reparos para terminarla con partidos de eliminación directa. No sería la definición más justa de la historia, pero se aseguraría no pasar dos años seguidos sin un campeón. Parece una razón justificada. 

Fabián García / [email protected]
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