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Kobe Bryant es uno de los grandes íconos que tuvo la NBA a lo largo de su historia. El fallecido jugador vistió durante toda su carrera la camiseta de Los Angeles Lakers y ganó cinco anillos con la franquicia, ambas conquistas fue con dos laderos importantes: Shaquille O’Neal primero y Pau Gasol después.

Bryant estuvo 20 años en la NBA. Debutó en la 1996/97 y se retiró en la 2015/16. En ese lapso además de los cinco anillos de campeón (un triplete y un doblete), obtuvo un sinfín de reconocimientos individuales: MVP en la 2007/08, 2 veces MVP de las finales, 15 veces en el Mejor Equipo, 2 veces goleador de la temporada, 18 veces elegido para el All Star e integrante del Mejor Equipo en su temporada de rookie.

Kobe marcó una era, una época pero además cambió la carrera de muchos otros jugadores que se vieron reflejados en Bryant, en su mentalidad ganadora y de superar todo tipo de obstáculos. Incluidas lesiones graves. La Mamba Negra sufrió una rotura del tendón de Aquiles, una de las más duras para los deportistas.

Estaba por terminar la temporada 2013/14 y los Lakers no llegaban a los playoffs, le quedaban tres juegos para que se finalice un nuevo ciclo pero no fue de la mejor manera para Kobe. Los angelinos perdían 109-107 contra Golden State Warriors y restaban poco más de tres minutos para terminar el encuentro cuando Bryant ataca el aro y recibe falta pero no fue un intento más para la Mamba Negra: sintió un fuerte dolor inusual.

Kobe visiblemente dolorido, fue rengueando hasta la línea de libres desde el banco de suplentes ante un Staples Center que se venía abajo apoyando a su gran ídolo. Bryant tiró los dos libres, los anotó, empató el marcador y se retiró solo y caminando como podía al vestuario para agigantar aún más su imagen.

Lo primero que dijo Kobe en sus redes sociales tras su lesión fue contundente, otro ejemplo de su mentalidad ganadora y su obsesión por el trabajo duro: “¡Esto es una mierda! Todo el entrenamiento y sacrificio ha saltado por los aires por un paso que he hecho un millón de veces. La frustración es insoportable, el enfado es rabia. ¿Por qué ha pasado esto?”.

Kobe encontró la determinación, una vez más, para volver a las canchas: “Estaba cansado, enfadado y abatido, pensando sobre todo esta… montaña que superar. No estaba seguro de poder hacerlo, pero cuando entraron mis hijas pensé que debía ser un ejemplo. ‘Papá estará bien, voy a conseguirlo’. Voy a trabajar duro y ver qué pasa”.

Tardaría 240 días en volver y tras su retorno quedó claro que sus mejores días habían quedado atrás a sus 35 años. En su primera temporada tras la lesión solo pudo disputar seis partidos en los que promedió 13.8 puntos por partido y un bajo 18.8% desde el perímetro. Jugó dos temporadas más, en las cuales mejoró considerablemente, pero se retiró al finalizar la 15/16.

 

 

 

 

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