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La carrera de Carmelo Anthony fue muy buena y puede ser considerado como una de las grandes leyendas de la NBA, si bien nunca ganó un anillo de campeón, tuvo una notable trayectoria. Ganó tres medallas de oro en Juegos Olímpicos y fue un anotador letal. Sin embargo, afuera de las canchas, también realizó y realiza una gran labor en el aspecto empresarial. 

Melo decidió, en varias ocasiones, emprender con sus propios negocios. Carmelo Anthony logró ser patrocinado por marcas como Panini, Footlocker y Powercoco. Sin embargo, su visión iba más allá de las marcas externas, por lo que fundó sus propias empresas: Melo7 Tech Partners (inversiones), STAYME7O (moda), Creative 7 (productora) y The Seventh Estate (vino), demostrando que la verdadera clave es tener control sobre su propia marca.

Carmelo Anthony ha demostrado un gran ojo para las inversiones. En 2007, apostó $500K en Mophie, una marca de accesorios móviles, y nueve años después multiplicó por diez su inversión cuando Apple comenzó a vender sus productos y Zagg adquirió la empresa por más de $100M. En 2019, también invirtió en la Serie B de Overtime, cuando la empresa valía menos de $100M; hoy su valoración supera los $500M, consolidando su gran sentido del timing en los negocios.

Más allá de las inversiones, Melo también ha dejado huella en la filantropía. Ha donado $1.5M a Living Classrooms Foundation y $3M a Syracuse para un centro de entrenamiento, además de fundar la Carmelo Anthony Foundation, enfocada en la educación de jóvenes. Su impacto fuera de la cancha es tan grande como su legado en ella.