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El Thunder vive las mejores horas de su corta historia de 17 años, pero tiene una herencia que lleva a una franquicia histórica detrás y un futuro brillante.

Oklahoma City no tuvo NBA hasta las temporadas 05/06 y 06/07, cuando los Hornets de New Orleans debieron jugar allí por las consecuencias del huracán Katrina. A partir de allí, David Stern comenzó un proceso donde la ciudad terminaría teniendo un equipo en la liga a partir de comprar la franquicia de los históricos de los Supersonics, que habían conseguido un título y tenían una larga historia de 41 años.

El proceso comenzó en 2007, cuando Clay Bennett puso en venta a la franquicia afincada en Seattle. A partir de allí, con desacuerdos con el gobierno de la ciudad y la renovación del alquiler del KeyArena, del que el dueño quería renovar o hacer un estadio nuevo. En ese contexto, con la excusa del contrato, que se rescindió dos años antes de su finalización, anunciaron que en 2008 la franquicia se mudaría a Oklahoma City después de ser aprobado el traslado en la junta de propietarios por 28-2 en la votación.

Aquello terminó en una demanda que le dio a la ciudad de Seattle 45 millones de dólares por cancelar el contrato, pero no evitó la mudanza del equipo. Allí, desde el 3 de septiembre del 2008 que se presentó al Thunder, todo cambió.

A partir de ese momento comenzó una era de protagonismo con Kevin Durant y Russell Westbrook como grandes protagonistas, como así también en la primera final del 2012 con James Harden. Allí los tres jóvenes drafteados por Sam Presti llegaron a la definición y cayeron frente al Miami de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

Con la salida de Harden a Houston, el Thunder confió en su dupla estelar para liderar, y llegó a otras dos finales del Oeste hasta 2016, cuando KD decidió salir de la franquicia rumbo a Golden State.

Desde ese momento el equipo pasó a manos de un Westbrook que lideró hasta 2019. En esos momentos hubo intentos de formar big threes, con Carmelo Anthony y con Paul George como grandes nombres. Precisamente PG fue la pieza de cambio que en 2019 propició el cambio de era con su traspaso a los Clippers a cambio de una gran cantidad de picks de draft y de Shai Gilgeous-Alexander.

La 19/20 fue el comienzo de las pruebas, pero con un gran liderazgo de Chris Paul que los llevó a playoffs en la burbuja, temporada donde Lu Dort se estableció como líder desde el costado defensivo. Las siguientes tres temporadas, ya con Mark Daigneault al mando, fueron de derrotas, sumando juventud y probando una enorme cantidad de jugadores (entre ellos Gabriel Deck), para encontrar las piezas justas con Jalen Williams y Chet Holmgren desde el draft sobre todo. Así regresaron a playoffs en la 23/24 dieron el primer paso, para aprender y sumar músculo y defensa en la 24/25 con Alex Caruso y con Isaiah Hartenstein. Liderados por un SGA en modo MVP y en su punto justo de madurez, el Thunder terminó logrando el anelado anillo.