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Hay más de 400 jugadores que año a año compiten en la NBA y son solo un puñado los que pueden quedarse con la gloria al conseguir el anillo de campeón. Además hay otro grupo, selecto y chico, que además consigue algún logro personal, un premio que destaque su tarea, como por ejemplo, el MVP de la temporada regular. Este es el reconocimiento más importante individualmente para los jugadores y solo hay uno que se lo lleva.

Algo similar pero con un grupo más pequeño ocurre en las finales de la NBA. De esa definición, en la cual compiten dos decenas de jugadores, solo uno se lleva el reconocimiento individual más importante, además del campeonato colectivo, que es el premio MVP de las finales. Pero que solo un jugador gane esos dos premios personales, ocurre muy pocas veces en la historia.

En la actual temporada que acaba de terminar con la consagración de Oklahoma City Thunder como campeón de la NBA luego de vencer en siete juegos a Indiana Pacers, fue una de esas pocas veces en la historia que sucede. Shai Gilgeous Alexander volvió a tener un año impresionante, el actual un poco más destacado que los anteriores y arrasó con todo y con todos. El canadiense, quien ya se había llevado el galardón de MVP de la temporada regular también se quedó con el MVP de las finales.

Con este logro importante, Shai se suma a un grupo de selectos jugadores que pudieron conseguir lo mismo. ¿Quiénes están en esa lista? Nombres como Michael Jordan, LeBron James, Larry Bird, Magic Johnson y Kareem Abdul-Jabbar, por citar solo algunos. A partir de ahora, Gilgeous Alexander también estará sentado en esa mesa chica, muy chica, dedicada solo a los notables.