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El deporte del Turco Mirabella (nadie le dice Diego), es el básquet, y hasta la convocatoria de Martín Demichelis despuntaba el vicio con amigos en el Club Náutico Buchardo todos los jueves. Pero el ingreso al fútbol súper profesional de River como uno de los preparadores físicos del equipo de fútbol le quitó esa recreación necesaria, que la semana pasada se vio compensada por la obtención del título del torneo argentino. Charlamos con él de todo eso y de su pasado basquetero.

- Contame tu relación con River, desde cuándo estás en el club y qué deportes hiciste, sobre todo básquet.
. Llegué en el año 92, siendo juvenil, y ese año logramos el campeonato, y también formé parte del plantel superior que participó en el TNA y de la primera que competía en el torneo de la Federación. Después la institución dejó de participar por un tiempo en torneos de nivel nacional, pero yo me quedé jugando en el club el torneo metropolitano y Liga B, y por suerte obtuvimos algún que otro campeonato. A los 27 tuve un párate de casi 3 años, principalmente porque había sido papá y estaba con una alta carga de trabajo ya en mi profesión, pero pasado ese tiempo me dieron ganas de volver a jugar previo paso por otro club y regresé a River como jugador. Yo ya estaba trabajando en el club como preparador físico de las divisiones formativas de básquet así que trabajaba y jugaba. Eso hasta los 35„ donde era preparador físico del primer equipo y jugador. Estuve casi 6 años sin jugar y cerca de los 42 empecé en distintas categorías de Maxi Básquet hasta la actualidad. 

- Vos sos de una camada que tuvo muy buenos jugadores a nivel nacional, que te impidieron llegar a la selección argentina. ¿Hasta dónde llegaste?
. Tuve la suerte de integrar siendo juvenil una preselección argentina. En ese momento había tenido un año muy bueno, pero me fracturé un dedo de la mano un mes antes de la convocatoria y no estaba en la mejor condición. Fue una linda experiencia. Participé de una concentración de 4 días con Guillermo Vecchio. Anteriormente en el Club Ciudad de Buenos Aires, que es donde crecí, tuve un ofrecimiento para ir a Italia, pero salió una ley de oriundo que en ese momento tenías que tener menos de 16 años para ir entonces no se dio. Pero dentro mi carrera pude integrar varias selecciones de Capital Federal en cadetes, juveniles y primera, siendo campeón en 1994 en mayores. Tuve varios ofrecimientos para ir a equipos de TNA y Liga Nacional, pero estaba muy contento en River, donde percibía una remuneración como jugador y había comenzado a trabajar en el club también. Entonces podía jugar, trabajar y estudiar. Pude terminar la carrera de Licenciado en Educación Física con orientación al Alto Rendimiento Deportivo.

-¿Cómo fue el paso del deportista al preparador físico profesional? ¿Qué trabajos tuviste en el rubro? Sé que hiciste mucho también de preparación individual, con futbolistas en Europa y demás.
. Mi primer trabajo en River fua a mediados de 1994. Yo estaba entrenando y se acercaron a preguntar si a alguno le interesaba trabajar en la escuela de básquet del club, y como yo estaba cursando el profesorado y automáticamente dije que si, arranqué. Después de estar 3 años en ese puesto necesitaban un preparador físico en el fútbol infantil y ahí comencé mi relación con el fútbol. Años después trabajé con varias categorías en el futbol juvenil, estuve casi 7 años como preparador físico de la Reserva de fútbol y en simultaneo era el Preparador Físico de la Primera de Básquet, para en la actualidad formar parte del equipo de preparadores físicos del plantel profesional de futbol gracias al profe Flavio Perez (PF 1 del primer equipo), a quien le estoy muy agradecido y quiero destacar por su gran capacidad y liderazgo. No quiero dejar de nombrar tambien a Diego Riberi, parte del equipo de PF y en este ultimo tiempo se sumo al profe Ernesto Oriolo, que se sumó. Y quiero agradecer a Martin Demichelis por su gran generosidad para permitirme hoy ser parte, como así también a todo el cuerpo técnico. Estar tantos años ligado al alto rendimiento y siendo parte de la formación de jugadores de élite me dio la posibilidad de trabajar individualmente con muchos profesionales de distintos equipos, nacionales e internacionales. Hoy la intensidad del juego requiere que el jugador esté siempre al ciento por ciento. 

- Volviste a River con Demichelis, ¿te unía algo a él?
. La realidad es que nunca me fui de River, porque llevo casi 30 años trabajando en el club, disfrutando cada momento y viendo crecer una cantidad de jugadores que triunfaron acá, en la selección y en Europa, pero también muchos que pudieron hacer carrera en otros equipos. Podría escribir un libro de los años e historias que tengo en River.

- Sospecho que ser campeón con el club de tu vida siempre es especial y más hacerlo en el regreso. Qué tuvo de distinto este con todos los anteriores que ganaste en River?
. Me han pasado cosas muy lindas en el club. Tuve la suerte de ser campeón como jugador de básquet, después como preparador físico de basquet. Y en lo que respecta al futbol lograr campeonatos en infantiles, en juveniles, en Reserva y hoy ser parte del cuerpo técnico que supo acompañar a estos jugadores a lograr la liga profesional de futbol 2023. De distinto, te podría decir la exposición que genera el primer equipo, se siente mucho la adrenalina. Hay todo un equipo de trabajo detrás de escena que son súper campeones también. Un sueño cumplido. 

- Párrafo aparte: fuiste famoso hace unas semanas con tu desgarro al aire intentando frenar una pelea. Contame por favor cómo fue eso y las repercusiones que tuviste.
. Es un poco lo que te decía. La exposición es muy alta, y me queda como una anécdota divertida. La realidad tiene que ver con el básquet también, porque me había lesionado el gemelo una semana antes jugando una final de un torneo en Pilar, pero en el momento que fui a colaborar para evitar el conflicto no pase a mayores, me olvidé por completo y sentí nuevamente el famoso piedrazo en el gemelo. Alguna que otra risa en el vestuario.  Mis amigos me consultaron preocupados y con otros intercambiamos risas y listo. Lo mas importante fue la victoria contra el clásico rival. Dejame terminar agradeciendo al Club Atletico River Plate, a todas la personas que fueron parte de mi crecimiento en todos estos años, directivos, coordinadores, entrenadores, jugadores, colaboradores, administrativos, delegados, utileros... es muy larga la lista. River es mi casa, River es familia.

Fabián García / [email protected]
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