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En el desierto de Arizona, los dólares vuelan como si fueran hojas secas. Este lunes, los Phoenix Suns despidieron a Mike Budenholzer tras apenas una temporada al mando, y aunque la decisión era previsible después de un decepcionante 36-46 sin ni siquiera meterse al play-in, lo insólito no fue su salida, sino lo que deja: otro contrato millonario a pagar por un técnico que ya no dirigirá. Budenholzer firmó por cinco años y 50 millones de dólares; la franquicia todavía le debe 40. Vogel lo hizo por 5 años y 31 millones, mientras Williams cobró una rescisión de contrato por 20 millones y luego sumó 65 de su contrato con Detroit.

Monty Williams, despedido en 2023 luego de una eliminación ante los Nuggets en segunda ronda, y Frank Vogel, echado tras ser barrido por Minnesota, completan la trilogía. Con el arribo de Budenholzer, Mat Ishbia creyó que el campeón 2021 con Milwaukee traería orden a un vestuario estrellado entre Booker, Durant y Beal. Pero entre lesiones, roces internos y un equipo desbalanceado, el experimento fracasó otra vez. Mientras tanto, los tres entrenadores siguen facturando. 

El dato es tan absurdo como contundente: los Suns hoy pagan salarios a tres entrenadores despedidos, y están a punto de firmar a un cuarto. Ishbia, que tomó el control de la franquicia en 2023, parece no encontrar el rumbo ni en la cancha ni en las oficinas. En apenas dos temporadas, cambió más técnicos que camisetas alternativas y se metió en compromisos financieros que comprometen seriamente la flexibilidad de una franquicia que además tiene uno de los Big Three más caros y menos efectivos de la liga.

Con ese panorama, la danza de nombres ya empezó. Algunos insiders mencionan a Steve Nash como posible regreso a Phoenix, donde brilló como jugador, aunque su experiencia como técnico en Brooklyn dejó dudas. Mientras tanto, los fanáticos —y los acreedores— esperan que Ishbia frene la hemorragia y entienda que para construir una cultura ganadora se necesita más que billetera: se necesita paciencia. Y un buen técnico. Uno al menos que no sea despedido al año siguiente.