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Después de algún tiempo dentro del todo tranquilo, salvo por las apariciones aisladas de Ramón Clemente, a San Lorenzo le volvieron a llegar malas noticias. O al menos se hizo público. Porque según pudo averiguar Básquet Plus, por fuera del BAT (el organismo ante el cual se hacen los reclamos formales a FIBA), se estarían dando otras denuncias en el ámbito de la justicia ordinaria. 

El caso que saltó en estos días, a partir de una publicación del sitio partidario @SanLorencismo, fue el de Dar Tucker, una de las máximas figuras del estelar San Lorenzo pentacampeón, que a través de sus representantes legales le envió una carta documento al club en diciembre del 2022, reclamando una deuda de 100.000 dólares de la campaña 2020 (BCLA) y 2020/21, más intereses. Tucker, ese año, se fue del equipo en marzo del 2021 justamente por la deuda que el club acumulaba con él. La carta no fue respondida por el club. Dar jugó en San Lorenzo 4 años, en los que ganó todo: 3 ligas (incluimos la 20/21), 2 LDA, Supercopas, Súper 20 y, además, fue a jugar contra los NBA con el equipo azulgrana. 

Cómo sigue la historia

En marzo de este año se cerro el acta de conciliación entre las partes, luego de un rechazo del club de los montos solicitados en el reclamo, por lo que la abogada de Tucker, María Teresa Villar, inició una demanda en abril, que puede verse en internet, ya que es pública, en donde, entre otras cosas, dice que a Tucker no le pagaron nada de los 100.000 dólares acordados para su participación en la BCLA 2020 y la LNB 2020/21. 

Después, la demanda entra en un terreno un tanto resbaladizo, seguramente para darle fuerza a su idea, pero con desconocimiento del medio del básquet, en donde dice (textual): "Su estadía en Argentina no fue algo feliz. Vivía solo, tenía practicas dos veces por día. Casi nadie habla en inglés y él no habla español, de manera que es imposible que la estadía sea feliz. Cuando llegó el club lo fueron a buscar al aeropuerto para trasladarlo a la casa que le proveen; lo pasaron a buscar para llevarlo a realizar los estudios médicos, lo llevaron a las oficinas del club para que firme documentación (sin traductor) y allí conoce a los compañeros del equipo. Nadie lo involucra, nadie se da cuenta lo que necesita, nadie le pregunta nada  No lo llevan a conocer la ciudad, no se hacen amigos de él. El trato es bastante cruel, seguramente se sintió discriminado por su color de piel, por ser extranjero, por no hablar en español, etc". 

Además de evidentemente no saber que Tucker hacía 2 años que ya vivía en Buenos Aires, con lo cual argumentar que no lo llevaron a conocer la ciudad suena extraño (lo mismo lo de la discriminación por ser negro y extranjero), la demanda dice que jugó por última vez en mayo de 2022, cuando fue en marzo de 2021. Y, lo más curioso, es que, si bien luego reclama la aplicación de la ley 24013 por empleo en negro y falta de aportes, no utiliza la herramienta más sólida que tenía a manos, que fue el enorme error del club de colocar en el contrato con Tucker la palabra salario en el apéndice donde se establecen sus derechos en caso de atrasos en los pagos. 

En definitiva, todo indica que será un caso que Tucker finalmente ganará en la justicia, porque la evidencia de la falta de pago es grande, pero en el caso de la deuda económica. La parte de trabajo en negro es poco probable que prospere (nula, podríamos decir), ya que la denuncia se hizo casi un año y medio después de la desvinculación y sin haber hecho la notificación al Anses del mismo hecho. Por lo que nosotros pudimos averiguar, San Lorenzo no contestó la demanda y fue declarado en rebeldía por el Juzgado Laboral 63. Si San Lorenzo se hubiese presentado o contestado, hasta podría haber logrado el rechazo de la demanda por los errores mencionados. Ahora ya no tendrá derecho a eso, aunque sí a presentarse. Si el caso siguiera los carriles de un juicio laboral, podría demorar 4/5 años en salir, pero por ejecución de contrato la resolución se daría mucho antes. Veremos cómo sigue. 

Recordemos que San Lorenzo sigue inhabilitado para fichar jugadores que requieran de un transfer internacional, ya que FIBA lo impide por las deudas que acumula en el BAT (que hoy mantiene en su página web la mención a 6 sanciones, aunque no suelen actualizarlas inmediatamente), pero esto va por otro carril, por fuera de las organizaciones deportivas tradicionales, sino por la justicia ordinaria.