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Jorge Iván Gutiérrez Cárdenas, más conocido para el mundo del básquet como Jorge Gutiérrez, base mexicano que hace más de una década representa a su país y fue partícipe de la obtención del FIBA Américas en 2013. Es un jugador de gran jerarquía, con una larga trayectoria, desde muy niño amó el básquet porque sus abuelos, sus papás y sus tíos habían sido jugadores, incluso, comenzó a jugar en un club que su padre y sus tíos manejaban.

Oriundo de Chihuahua, fue un fanático desde muy chico: jugó fútbol, beisbol, vóley y básquet, hasta que decidió seguir solo con este último. Rápidamente comenzó a destacarse, de a poco se fue convirtiendo en un gran jugador y comenzó a mirar más allá de su México natal: con solo 15 años, sin saber inglés y sin tener documentación habilitaste, se fue a Estados Unidos.

Tenía un objetivo claro: jugar en la NBA. Estuvo tres años jugando en la preparatoria, pero no la pasó bien y su camino fue muy complicado. Además de que estaba indocumentado, el dinero no le alcanzaba y muchas veces lo único que comía era la comida gratis que le daban en el colegio. Su cuerpo comenzó a pasarle factura, golpes y lesiones llevaron a que los entrenadores indagaran un poco más y descubrieron que estaba anémico.

Tuvo grandes actuaciones en la NCAA, incluso fue elegido como el Mejor Jugador y el Mejor Defensor de su conferencia en su último año. Pero no fue elegido en el draft de 2012, pese a sus ilusiones de que Denver lo escogiera para seguir los pasos de Eduardo Najera.

Pero parecía que su suerte iba a cambiar: finalmente Denver lo sumó al equipo que jugó la Summer League ese mismo año, pero no quedó en el plantel, incluso se probó en el Partizan de Serbia en el cual tampoco quedó. Al final fue contratado por Canton Charge para disputar la G-League.

Tras finalizar, se volvió a México a jugar, pero se le volvió a presentar la posibilidad de sumarse a la liga de desarrollo al mismo equipo. Tuvo buenas actuaciones en medio centenar de encuentros, jugó nuevamente la Summer League pero ahora para Sacramento Kings, pero fue cortado y contratado por Brooklyn Nets. 

Luego de ser cortado y sumar experiencia en otros equipos, los Nets volvieron a contratarlo en marzo de 2014, un acuerdo por diez días. El 10 ante Sacramento Kings, en el segundo encuentro que estuvo disponible, se dio su tan ansiado debut en la NBA. Jugó poco menos de cinco minutos, anotó un punto y el equipo ganó. Tuvo buenas actuaciones y le ofrecieron un contrato más extenso.

Luego de jugar 10 encuentros en la temporada 2014/15, fue intercambiado junto a Andrei Kirilenko a Philadelphia 76ers a cambio de Brandon Davies. Un día después lo cortaron. Volvió a Canton Charge en la G-League para esperar una nueva oportunidad, la cual llegó unos meses después de la mano de Milwaukee Bucks quien lo ficharon con un contrato de 10 días, que luego fue renovado pero una vez finalizado, lo cortaron. 

Cada vez que era cortado, volvía a Canton Charge en la G-League. Sumaba buenas actuaciones y nuevamente se ponía en los ojos de la NBA. Iniciada la temporada 2015/16, Charlotte Hornets lo fichó con un contrato de 10 días que luego lo renovó hasta final de temporada. El 1 de mayo de 2016 fue su último partido en la mejor liga del mundo. En ese mismo 2016 por los Nets y en 2019 por los Nuggets, fue fichado pero luego cortado antes de debutar.

Desarrolló su carrera en Turquía, Italia, España, Alemania, Grecia y, obviamente, en su México natal, aún hoy compite ahí, pero nunca volvió a jugar en la NBA, en total fueron 47 encuentros los que disputó. Luchó y pudo cumplir su sueño, como lo dijo en una entrevista: "Para mí el sueño de jugar NBA era muy grande. Fue algo muy bueno para mi jugar ahí, ya que jugas contra los mejores jugadores del mundo. Es un logro muy grande en lo personal, para mi familia y para mi México”.