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Immanuel Quickley ha volteado cabezas desde el minuto que los reflectores del Madison Square Garden se posaron sobre él. Sin una gran expectativa en el Draft de 2020, donde fue elegido en el puesto #25, no se esperaba que ya desde su primer año fuera un jugador no solamente sólido en la rotación, sino también alguien importante en la obtención del 4to puesto en la Conferencia Este, logrando los Playoffs por primera vez en más de cuatro años. 

Quickley desarrolló un juego cada vez más maduro pese a su corta edad. Ser tutoreado por Derrick Rose, un veterano con toda la experiencia en la liga y que siempre ha logrado adaptarse a los nuevos cambios, trae sus beneficios cuando el producto se muestra cada noche al salir a la pista. Si hay algo que define al sophomore de New York es justamente su impacto, algo que ha hecho al mismo Rose un jugador servicial durante varios años, cuando la 'chispa' que lo convirtió en un MVP se disipó. 

Tras una temporada 2021-22 absolutamente detrimental a las ambiciones de la franquicia neoyorquina, era la hora de cambiar las cosas para la nueva Gerencia General, comandada por Leon Rose. El fichaje de Jalen Brunson, arrebatándolo de las manos de Dallas cuando todo parecía listo para resolverse tras una más que exitosa temporada cayó como un shock extremo. Sobre todo, considerando que hasta el mismo Brunson estaba listo para renovar. Pese a esto, el contrato gigante que le dieron, más renovaciones como Mitchell Robinson, Rose y el contrato aún vigente de Evan Fournier los han dejado sin espacio para respirar, asfixiados por el Hard Cap de la NBA. 

Aquí es donde el rol de Quickley será vital, ya sea como titular o cumpliendo su rol de sexto hombre, que ha hecho a la perfección durante 2021-22. Sin duda alguna, su rol se verá expandido en un equipo que francamente lo necesita. Y para ello, Quick ha dado una muestra de que es más que capaz de aportar al nivel exigido. Considerando que ha jugado junto a Julius Randle, Evan Fournier y RJ Barrett, de un alto USG% en la ofensiva, la producción de Quickley fue brillante.

Por ejemplo, viendo sus estadísticas tras el All-Star Game en 2022, ha promediado 16 puntos por juego en 27 minutos cada noche, con 5 asistencias en el costado del playmaking. Su capacidad de alimentar a los internos será vital, ya que en New York no hay un General como lo es Tyrese Haliburton, Josh Giddey u otros nuevos prospectos que piensan primero en asistir. Si los Knicks necesitan un anotador, que además pueda darle ritmo a la ofensiva y encontrar tiros para los demás, tienen al fit perfecto dentro de su mismo equipo, y se espera que tenga un aumento exponencial en sus obligaciones en este nevo año.