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En los análisis de porque Campazzo no juega tanto como le gustaría al común de la gente que lo sigue desde su etapa en el Real Madrid o en la misma Liga Nacional la respuesta puede ser tan sencilla como que aún está por detrás de otros compañeros de su plantilla y por los cuales el entrenador mantiene su apoyo sin ningún pudor.

“Somos un equipo diferente cuando Gary (Harris) está bien, la ofensiva fluye de manera natural como ocurrió esta noche”, destacó Malone sobre su tirador y además agregó: “Se lo merece, ha trabajado muy duro para mejorar y cuando veo que el balón atraviesa la red tras sus lanzamientos me pongo muy feliz él porque que se ha estado atrapado en su mente con los tiros fallados”.

Harris ha lanzado contra los Sixers cinco de ocho intentos desde los tres puntos y el mismo protagonista expresó: “Definitivamente se sintió ver entrar esos tiros”. Hasta el duelo del domingo, el escolta de siete temporadas en Denver venía con la mano helada convirtiendo solo cuatro de sus 29 intentos de triples, un 14 por ciento alarmante para un equipo que quiere pelear arriba.

Malone y su cuerpo técnico han decidido quedarse con Harris a pesar de su merma de puntos en las últimas temporadas donde ha promediado 10.2 puntos por juego, en contraposición a lo que fue la campaña de la 2017/18 donde tuvo su máxima de media de 17.4. Más allá de los números el coach pondera mucho la actitud defensiva del nacido en Indiana y su rigor físico, tras la salida de dos de los mejores del equipo en la última pretemporada.

Will Barton fue otro de los que se expresó sobre su compañero y remarcó que la actitud defensiva: “Todos sabemos lo que aporta a la defensiva y verlo hacer algunos tiros esta noche fue un espectáculo. Harris es un compañero que pone al equipo en primer lugar, sin importar las luchas ofensivas, siempre lo dará todo a la defensiva, hay que quitarse el sombrero por el trabajo que hace”