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Bautista Giralt es uno de los interesantes jóvenes de la clase 2004 de Argentina con sus 2.13 de altura. Fue parte de la NBA Academy de México y decidió seguir su camino en la NCAA con la Universidad de Albany. Sin embargo, no pudo debutar en su primer año allí y fue por una dura causa médica.

“Estoy muy feliz de estar de vuelta y de tener nuevamente esta oportunidad” expresó en CBS 6 Albany. En los exámenes de rutina previos a la temporada 23/24, a Giralt le diagnosticaron una anomalía cardíaca que lo dejó afuera de todo el año, y en febrero volvió a Argentina y se operó.

Los primeros momentos en Albany también fueron importantes para él, como contó en Times Union: “Cuando estuve aquí ese primer semestre, me gustó mucho el cuerpo técnico y todos me trataron bien cuando no podía jugar ni practicar. Aun así, me llevaban a los partidos y me trataban bien. Me sentí agradecido”.

“Fue muy aterrador cuando tuve esos pensamientos malos en mi mente, pero traté de evitarlos y mantenerme positivo” agregó. “Empezar a caminar de nuevo fue difícil, y luego volver a la cancha después de meses sin jugar fue duro. Tu mente dice: 'Voy a volver al nivel que tenía antes de la cirugía', pero fue duro” contó sobre el inicio de su recuperación.

Cuando regresó a la universidad, el entrenador de Albany, Dwayne Killings, lo destacó: “No se puede encontrar un ciudadano global más grande que Bautista, no solo por su tamaño, sino por su corazón. Nunca te das cuenta en la vida, en un minuto puedes tenerlo y en otro minuto puedes perderlo. Para Bautista, esa oportunidad se detuvo, pero su espíritu se mantuvo en alto”.

Sobre el joven agregó: “Se enfrentó a algo que podría haber acabado con su carrera en el baloncesto si las cosas no hubieran salido como quería. Nos alegra que todo haya salido bien para él y que ahora esté de vuelta aquí… Estoy feliz de que esté aquí y feliz por él de que pueda ser parte del programa”.

Y recordó el primer momento en su regreso: “Ver su sonrisa cuando regresó al campus. Encestó el balón por primera vez y los chicos lo celebraron como si hubiéramos ganado un campeonato nacional”.

Duros momentos que ya quedaron atrás para el gigante argentino. En Buenos Aires se entrenó con el plan que prepara la Selección Mayor para sus jóvenes promesas y luego volvió a Albany para seguir su recuperación y puesta a punto. Una espera que llegará a su fin cuando debute con su universidad.