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Gail Charles Goodrich Jr nació en 1943 en una casa que respiraba deporte desde hace muchos años: su madre había jugado al básquet en su etapa en la secundaria y luego fue partícipe de Hollywood All-Star, un recordado equipo de softball femenino que hacía giras de exhibición; mientras que su padre había sido jugador en su etapa universitaria en la década del 30.

Fue justamente su progenitor quien le enseñó los fundamentos básicos del básquet cuando era todavía un niño, entre los gimnasios del Valle de San Fernando, un suburbio de la ciudad de Los Ángeles, y en el patio trasero de su casa.

Su madre, tiempo después durante una entrevista, expresó: "En casa se pasaba todo el día driblando y botando el balón, pensé que me volvería loco”. Gail se perfilaba para ser un gran jugador, tenía muchas condiciones, gran manejo de balón, brazos largos y manos grandes, pero un punto en contra: su baja estatura.

En el High School sufrió la burla de sus compañeros por sus condiciones físicas, era bajo y delgado, sus piernas eran cortas en relación con la envergadura de sus brazos. Gail utilizó estas críticas y bullying de manera positiva, fue su motivación para mejorar y superarse.

"No entiendo por qué Dios me dio toda esta habilidad y no la altura para acompañarla”, comentó Goodrich en su último año en la secundaria cuando se consagró campeón estatal. Fue elegido en la 10º posición del draft de 1965. Pese a tener tres buenas temporadas en Los Angeles Lakers, fue enviado a Phoenix Suns por dos años.

Volvió para la temporada 1971/72, más experimentado y con más roce en la mejor liga del planeta, junto a Wilt Chamberlain y Jerry West, lideraron a los Lakers que lideraron la conferencia Oeste, barrieron en primera ronda a Chicago Bulls, luego superaron a Milwaukee Bucks y en la final superaron con mucha autoridad a New York Knicks por 4-1.

Los Lakers conseguía un nuevo anillo y Goodrich el primero y único de su carrera pero siendo uno de los principales estandartes de la franquicia angelina. Siguió siete temporadas más en los Lakers, con un protagonismo que fue perdiendo terreno en una década con mucha paridad y varios campeones.

Años después, Goodrich recibió su merecido homenaje con el retiro de su camiseta por parte de los Lakers y el ingreso al Hall of Fame de la NBA, dejando atrás el bullying constante de sus compañeros de secundaria para convertirse en una leyenda de una de las franquicias más importantes de la NBA.