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En la última década cuando uno habla de la NBA y un candidato al anillo de campeón, casi de memoria, sale el nombre de Golden State Warriors. Uno de los protagonistas principales de eso es Klay Thompson, quien llegó a la franquicia de San Francisco en 2011 tras ser elegido en la 11° posición del draft.

El perimetral lleva 11 temporadas en los Warriors, aunque en dos no pudo sumar ni un solo minuto por lesiones, se volvió en uno de los elegidos por los fanáticos. El poder de resurgir de Golden State es, en gran medida, por lo hecho por Klay, quien volvió tras dos años afuera y parece que nunca se fue. Fue una de las figuras en el reciente campeonato del equipo.

Pero, como dice la canción, todo tiene un final, todo termina, comenzó a correr el rumor en Estados Unidos que la franquicia de San Francisco analiza no renovarle el contrato al jugador de 32 años. El vínculo actual finaliza cuando termine la temporada 2023/24, el perimetral tendrá 34 años.

¿Cuál sería el motivo? El desarrollo de jugadores jóvenes, como Jordan Poole y Andrew Wiggins, quienes fueron ganando protagonismo, la edad de Klay y las lesiones sufridas, serían los fundamentos que exponen los directivos de los Warriors para decidir no renovarle el contrato a Thompson.