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Argentina está a horas de su debut (vs Nueva Zelanda, 6:15 AM) en el Mundial U19 de Suiza con el objetivo de volver a colocarse entre las grandes potencias formativas, como lo hizo por última vez en Letonia 2011, cuando alcanzó las semifinales y finalizó en un histórico cuarto puesto. Aquella camada nacida entre 1992 y 1993, incluía a Patricio Garino, Marcos Delía, Tayavek Gallizzi, Luciano Massarelli, Franco Giorgetti, Emiliano Basabe, Nicolás Copello, Pablo Pérez, Lucas Díaz, Fernando Podestá, Carlos Paredes y Juan José Giaveno .Un grupo que había logrado buena química en los torneos previos y llegaba con rodaje tras competir en el Sudamericano de Uruguay y el Premundial de San Antonio. Dirigidos por Enrique Tolcachier, tenían claro que querían competir contra todos y demostrar el potencial argentino en la elite juvenil.

El debut en Riga fue cuesta arriba: Australia dominó con autoridad y venció a Argentina por 73-49, marcando una dura bienvenida. Sin embargo, el equipo reaccionó rápido y venció a China Taipei por 80-69, con Carlos Paredes como goleador con 19 puntos. El duelo clave fue el cierre del grupo ante el local Letonia, donde brillaba Davis Bertans. En un ambiente hostil, la albiceleste logró una enorme victoria 69-62, gracias a una defensa férrea y a los 15 puntos de Luciano Massarelli, el jugador más joven del plantel. Esa victoria garantizó el pase a la segunda fase con puntos vitales para lo que vendría.

En la siguiente instancia, el Grupo E, tocaba enfrentar a Polonia, Rusia y Brasil. Ante los polacos fue caída 73-71, pese a una gran remontada con Paredes (17 pts) como estandarte. El golpe de carácter llegó ante Rusia, con triunfo 73-70, gracias a 18 puntos de Patricio Garino. Pero el gran partido del torneo fue ante Brasil, que contaba con Raulzinho Neto (ex Cavaliers), Cristiano Felicio (ex Bulls) y Lucas Nogueira (ex Raptors). En un final infartante, Massarelli convirtió un triple sobre la chicharra para forzar el suplementario y luego, con 15 puntos, comandó la remontada junto a Giorgetti (13) y Garino, quien con un libre a 3 segundos del final selló el triunfo.

En cuartos de final esperaba una Croacia poderosa, liderada por un jovencísimo Dario Saric (24 pts) y Mario Hezonja. Argentina fue dominante en el primer tiempo con un 46-32, pero debió resistir la embestida croata en el complemento. Nuevamente Garino, con 19 puntos y 8 rebotes, fue figura clave para sellar el pasaje a semifinales. En esa instancia, Serbia apareció con toda su jerarquía y el nombre propio que cambió el partido fue Bogdan Bogdanovic, autor de 24 puntos en la victoria balcánica 76-71. En la pelea por el bronce, Rusia volvió a cruzarse en el camino argentino y esta vez ganó 77-72. Franco Giorgetti, con 18 unidades, lideró a una selección que ya venía sintiendo el desgaste físico y emocional.

El cuarto puesto conseguido en Letonia fue el mejor resultado desde el bronce en Portugal 1999, y dejó una huella imborrable. Varios de sus integrantes llegarían años después a la selección mayor y serían subcampeones del mundo en China 2019, como Delía, Garino y Gallizzi. En una generación sin grandes flashes mediáticos, el grupo logró crecer a puro carácter y competitividad, enfrentando a talentos que años después serían NBA.