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Los Mavericks volvieron a la final de la NBA, 13 años después de su único campeonato en 2011. La historia parece repetirse, con un equipo liderado por una estrella dominante que busca coronarse contra un rival considerado un "súper equipo". En 2011, Dirk Nowitzki guió a los Mavs a la gloria, derrotando a un Heat de Miami plagado de estrellas como LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh.

Ahora, en 2024, es Luka Doncic quien lleva las riendas de un equipo que nuevamente parte como underdog, pero que ha demostrado tener el carácter y el talento para superar a rivales de mayor renombre.

Al igual que en 2011, los Mavericks tuvieron que sortear una ruta complicada para llegar a la final, eliminando a rivales de alto calibre como los Clippers, Thunder y Timberwolves. Los dirigidos por Rick Carlisle tuvieron que sortear a los Trail Blazers de Brandon Roy y Lamarcus Aldridge, luego a los Lakers campeones de Kobe y Pau Gasol y también a otros jovenes Thunder de Durant, Westbrook y Harden. 

Al igual que en el año dorado de Dalls, se enfrentarán a un considerado un "súper equipo", los Celtics, que finalizaron la temporada regular con el mejor récord de la NBA, 64-18. Otra bestia de tres cabezas, Tatum, Brown y Porzingis (vale también mencionar a Holiday, White o hasta Horford).

La batuta vuelve a estar en manos de un europeo buscando su primer anillo a puro dominio rodeado más bien de piezas de rol, salvando al gran escudero Kyrie, Dirk no tuvo algo así ni por asomo. La conducción de aquel equipo estaba también en la cabeza de Jason Kidd, aquel entonces como base, hoy como entrenador. Varias coincidencias que mueven la ilusión de Dallas. El sufrimiento quizás también se repita, en 2011 Dallas arrancó perdiendo 2-0.