Entrevistas

Scola: "Manu es el mejor de la historia de Argentina”

11:59 19/10/2023 | El exjugador dio una entrevista y habló de varios temas: sus inicios, el Mundial del 90, su paso por España, los entrenadores que tuvo y más. Rescatamos las mejores frases.

Luis Scola, como de costumbre, dio una entrevista y dejó mil títulos

Luis Alberto Scola es uno de los mejores basquetbolistas de la historia, no solo en Argentina sino en el Mundial. El exinterno es, además, uno de los deportistas más importantes del país sudamericano. Hombre récord, más de dos décadas en la selección, cinco Mundiales, cinco Juegos Olímpicos, gran cantidad de partidos, máxima de puntos y más. Pero, además de todo eso, es un gran entrevistado, siempre tiene mucho para decir.

Recientemente dio una entrevista al diario AS de España, país en el cual ingresará al Hall of Fame de la Federación española luego de una gran tarea en la ACB. Luis habló de diversos temas y resaltamos las mejores frases de Scola.

En primera instancia habló sobre su ingreso al Hall of Fame de la FEB y expresó: "Estoy muy contento y orgulloso de formar parte de la historia del básquet de un país que tuvo tanto éxito con tantísimos jugadores. Es un gesto muy bonito”. 

Luis contó cómo surge su pasión por el básquet: "Por mi padre (Mario Scola), al que veía jugar todo el día. Mostraba una pasión tan grande por este deporte que me la contagió. A mis dos hermanas no les interesaba y el básquet era nuestro punto de encuentro, algo en exclusiva que compartíamos: iba a los entrenamientos con él, hablábamos… Disfrutaba mucho esos momentos. Después, cuando empecé a entender un poco más y miraba a otros jugadores, me preguntaba: '¿Cómo puede ser que mi papá mejore y compita contra esta gente que solo juega al básquet?'. Porque mi padre estaba en el banco todo el día, terminaba a las seis de la tarde y se iba al club de traje y corbata, se ponía el pantalón corto y entrenaba por la noche. Al día siguiente se levantaba a las siete y otra vez lo mismo. Por entonces jugaba en el Náutico Hacoaj, un club regional de Buenos Aires, en un entorno semiamateur. Ahí empezó mi obsesión por ser profesional. Pensaba: 'Si lo soy, cobraré plata y no necesitaré trabajar y podré entrenarme más horas y convertirme en mejor jugador’”.

Scola era muy joven cuando comenzó a jugar, de chico se destacó y comenzó su gran carrera: "Entre ocho y once años tenía ese pensamiento, esas ideas. En seguida, todo tomó velocidad. A los 13 años empiezo a jugar en el circuito de selecciones nacionales de Argentina. Me buscan clubes y esa mirada inocente tan pura se fue. A los 15 ya era profesional y… todo lo que pasó luego”.

Luis estuvo como voluntario en el Mundial 1990 que se jugó en el Luna Park y vivió de cerca lo gran actuación de Yugoslavia: “En ese momento no había cable, ni televisión por satélite, nada. Nosotros veíamos los partidos en VHS (cinta de vídeo) cuando alguien viajaba y podía conseguirlos, se pasaban de mano en mano. Y no todos los VHS funcionaban en todas las videocaseteras, porque había un formato europeo y otro americano. Agarrábamos el auto, por ejemplo, manejábamos durante 45 minutos para ir a casa de mi abuela, decíamos hola y poníamos el casete para ver el partido, Magic contra Larry, que podía ser de hace dos años. Eran los monstruos inalcanzables. En el Mundial teníamos ahí a otros grandes jugadores, y a esos los veíamos, y se me despierta un poco todo lo anterior. “¿Por qué estos tipos juegan tan bien?”, volvía a preguntarme. “Son profesionales, llevan preparándose mes y medio y no trabajan”, me decían. “Ahí está el tema, por eso saltan más, tienen más músculo y tiran mejor, porque no tienen que ir al supermercado o al puerto por la mañana”. En el Mundial, además, se dispara la historia del famoso documental ‘Once Brothers’ (Una vez hermanos, aunque el título en español es ‘Hermanos y enemigos: Petrovic y Divac’), de hecho, se me ve en las imágenes cuando esa persona, un argentino con descendencia croata, salta a la cancha con la bandera de Croacia y se la muestra a Vlade (Divac), que se la arranca de las manos. Me acuerdo de que llegué a casa y mi papá estaba hablando del tema, no sabía lo que era Yugoslavia, y me lo explicó y me dijo que se iba a armar un lío bárbaro. Allí estuve, a cinco metros del incidente”.

Scola tuvo a grandes entrenadores a lo largo de su carrera: León Najnudel, Moncho López, Dusko Ivanovic, Pedro Martínez y esto decía al respecto: "Guardo gratos recuerdos de todos, aunque me impactaron más con los que estuve más tiempo. Con Dusko pasé cinco años e hicimos un millón de cosas juntos. En lo que me convertí y todo lo que di a nivel europeo fue gracias a él. Con el resto estuve menos de un año porque unos reemplazaron a otros y con Ettore llego al final de mi carrera y nos agarra la COVID en febrero, pero tiene un impacto fuerte en mí como persona de básquet porque sigo hablando mucho con él”.

El exjugador argentino también habló sobre el éxodo de jugadores, la formación de la Generación Dorada y su desarrollo en tierras europeas: "En Argentina en los años 2000 y 2001 se dio una gran crisis y eso hizo que muchos jugadores se fueran a España, también a Italia, donde estuvieron Ginóbili, Sconochini, Delfino... Hay mucha Italia ahí y, claramente, mucha España. Eso nos permitió competir con los mejores y ayudó a la selección, los dos países juegan un papel clave en la evolución del básquet argentino. Los mejores momentos coinciden con los años de más éxodo”.

Por último, entre otros temas, a Luis le consultaron: "¿Manu Ginóbili es el mejor jugador de la historia del baloncesto argentino y Luis Scola, el de la selección?” y el exinterno, de manera contundente, respondió: "Estoy de acuerdo en la primera parte, la única que importa. Manu es el mejor de nuestra historia y realmente ya está. Está perfecto, yo hice lo mío, cosas que estuvieron buenas, lo sé; pero no me hace falta partir la respuesta para estar yo arriba. Es como decir que Pau Gasol no ganó nunca la Euroliga”.

Compartir

 

Notas Relacionadas