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Cuando terminó su paso por Peñarol de Mar del Plata, hace tres años, todo hacía pensar que Nicolás Gianella había transitado sus últimos juegos de manera profesional. Sin embargo, tres años después, y después del llamado del club de sus amores, Gimnasia de La Plata, el base sigue jugando y es el líder de un Lobo que lucha por ser protagonista en la Liga Argentina.

A inicios de temporada, su tercera consecutiva en el conjunto platense, había expresado en conversación con Básquet Plus que sigue jugando por amor al básquet. A su vez, con ese motor que lo lleva a seguir, es la gran figura del equipo que dirige Fabián Renda.

El exjugador de Granada de España lleva 20 juegos disputados esta campaña y es el goleador del equipo, con 17.1 puntos de promedio, que lo ubica en la décima ubicación de la competencia en general. A su vez, mantiene promedios de 54.4% en dobles, 37.9% en triples y un 82.8% en libres, en todos es el mejor del plantel platense.

A eso le suma ser el máximo asistente también, con 2.9 pases gol por encuentro y una valoración promedio de 16.4 a lo largo de toda la campaña.

En declaraciones al Diario El Día, Juan Gutiérrez, quien fuera compañero suyo en España, buscó explicar el fenómeno Gianella: “Creo que gran parte del secreto para la vigencia de Nico es que encontró en Mariana una aliada de fierro, que lo contiene y lo acompaña desde todos los planos. Que le brinda un entorno perfecto para él, para su familia y para su desarrollo profesional”. A su vez, además del apoyo familiar, Pipa explicó cómo es el base como profesional: “Tiene un estilo de vida como si fuera un deportista del más alto rendimiento. Y lo tuvo siempre. Así jugara en ACB, Liga Nacional o Liga Argentina. Con una vida sobria, de buen descanso, buena alimentación, muchísimo entrenamiento y trabajo. Con un compromiso muy alto con todas las cosas que ocurren con un equipo de básquet, ya sea ganar o perder partidos, la consecución de objetivos o no”.

Por su parte, Federico Marín, actual jugador de Peñarol y compañero de Nico en el Estudiantes de Olavarría campeón de la Liga Nacional, expresó su opinión sobre Gianella: “Más allá del talento con el que nació, siempre se ocupó de mejorarlo. Todos los santos días que toca una pelota entrena para mejorarse. No importa la edad. Él vive en busca de su mejor versión. Es un ganador, y no me refiero a los títulos que ha conseguido sino a la cantidad de golpes que la vida le pegó durante su carrera. Siempre se levantó y siguió dando batalla por sus dos grandes amores: el básquet y su familia. Habrá que seguir haciendo como dice la canción de Las Pastillas: la pelota siempre al 10, que ocurrirá otro milagro”.

Y vaya que habrá que seguir dándole la bola al diez, Nicolás.