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A diferencia de lo que suele ser su identidad más marcada, esta vez Regatas se apoyó en lo defensivo, secó a San Martín y se llevó un triunfazo del Gigante Rojinegro. Los de Piccato, que perdieron a Paolo Quinteros temprano en la primera mitad por una molestia física, se impusieron por 68-54 para igualar la serie 1-1. Donald Sims fue la gran figura de la noche, terminando con 24 puntos para el ganador.

El dominio de Regatas empezó a verse en cancha desde el primer cuarto, con dos estandartes claros: los puntos de Quinteros en ofensiva y una enorme tarea colectiva en defensa. San Martín apenabas arrimaba con bombas de Federico Aguerre y Matías Lescano, pero la visita era superior y con una ráfaga de Chavon Troutman desde el perímetro, se fue al primer descanso con una ventaja de 21-17.

Las diferencias más significativas iban a llegar a partir del segundo período. Ya sin Quinteros en cancha, Regatas continuó apoyándose en su defensa para secar las principales vías de gol de su rival (gran trabajo sobre Mainoldi y Wood) y evitar cualquier tipo de acercamiento. En el otro campo, Sims comenzó a calentar la mano y los dirigidos por Piccato se llevaron una renta de 8 puntos al entretiempo: 37-29.

Lejos de cambiar la historia, el regreso a la acción potenció la brecha: el Fantasma abrió con un 7-0 que lo dejó con máxima de 15, ante un San Martín que seguía sin encontrarle la vuelta al juego. Aguerre y Lescano volvieron a tratar de sacar la cara por los suyos, pero Sims seguía siendo indetenible y de su mano la distancia se mantuvo: 54-44 al ingresar a los 10 minutos finales.

Los dueños de casa no solo tenían una noche muy floja con el lanzamiento (31% de cancha y 21% en triples), sino que además empezaron a perder su habitual paciencia y fluidez. San Martín tardó cinco minutos en mover su marcador en el último parcial y Regatas no lo perdonó: volvió a llevar la ventaja a 15 y ya no miró atrás por el resto de la noche, hasta alcanzar el  68-54 final. Los visitantes no tuvieron el brillo anotador de otras noches, pero ejecutaron el plan defensivo a la perfección, se sobrepusieron a la baja de Quinteros y terminaron consiguiendo un triunfo enorme, para dejar el Norte más caliente que nunca.