Después de perder siete partidos de manera consecutiva, Libertad volvió a festejar con una victoria contundente ante Atenas por 87-67, un marcador que solo refleja la enorme diferencia que hubo entre ambos equipos en el cuarto final.
Mariano Fierro fue la figura y el goleador del partido, pero Jonatan Slider fue clave con sus lanzamientos perimetrales en el tercer período, cuando su equipo logró dar vuelta el trámite. En la ofensiva de los dos, sumada a una defensa que fue creciendo con el correr de los minutos, Libertad encontró las claves para regresar al triunfo.
Atenas fue una sombra, un equipo que fue de mayor a menor, que inició el partido con un buen juego de conjunto, pero luego se perdió en ataque, mostró una gran debilidad en defensa, y sumó distracciones importantes que le terminaron por costar la derrota. Salvo Demian Filloy, Luciano González y Gabriel Mikulas, no hubo nada más para rescatar en el eleco cordobés.
En el inicio se vio a un Libertad más explosivo, con Sheard gravitando por todo el frente de ataque; mientras Atenas buscó posesiones lentas, haciendo circular el balón y seleccionando los tiros. Con el aporte de Filloy y González en el perímetro, y de Mikulas y Lo Grippo cerca del aro, los cordobeses establecieron la primera diferencia (7-12).
A partir de allí el dueño de casa comenzó a recargar la ofensiva en su dupla foránea. Al encendido Sheard se sumó Johnson para meter un parcial de 5-0 que igualó las acciones. El griego recogió el guante, fortaleció un poco más la media cancha, siguió manteniendo la supremacía en la zona de la pintura, y con rápidas ejecuciones de contra se volvió a despegar, casi siempre con los tiros abiertos de González y Rivero.
La virtud de Atenas fue mantener el orden en esos primeros diez minutos, supo controlar a Alloati en el juego interno para fortalecer ese sector de la cancha, y a pesar del buen inicio de González (7) y Mikulas (5), supo repartir muy bien el goleo en todas las posiciones. Libertad dependió pura y exclusivamente de Sheard (7) y Johnson (4), y debido a eso cerró el primer segmento seis puntos abajo: 14-20.
Cambió el panorama en el incio del segundo cuarto. Porque Libertad intensificó su defensa, cerró los caminos cerca del cesto, y aprovechando una merma en el ataque cordobés (0/4 de cancha en tres minutos y medio), fue recortando la diferencia a medida que pasaba el tiempo. Con un doble de Alloati en el poste bajo, el dueño de casa alcanzó la igualdad cuando restaban 7m40s (20-20), segundos antes de que Malara acabase con la sequía de la visita.
El griego tomó un poco de aire con un triple de González, pero su ofensiva a esa altura, ya había dado muestras de serias dificultades cuando tenía el balón. Libertad sacó rédito de una pérdida y de dos lanzamientos fallados de su adversario, y con el ingreso de Essengue, quien se sumó a un Alloati encendido, terminó de ganar en la pintura para situarse arriba por primera vez (28-26). Con el siempre rendidor Mikulas, la visita lo empató antes de irse al descanso largo: 30-30.
Atenas decayó en el tercer capítulo. Su defensa se mostró demasiable permeable, dejó muchos espacios y se le hizo casi imposible detener el ataque de su rival. Para colmo emergió Slider, quien lastimó contínuamente con sus aciertos de larga distancia (3/4 triples). El otro cuyo crecimiento se hizo notorio fue Mariano Fierro (10 puntos), importante en la lucha por los rebotes, y vital para anotar en el otro costado.
Si Libertad no sacó una diferencia mayor fue por la entrega de Mikulas, González y Filloy, los únicos capaces de mantener cierta regularidad en el griego. Con un parcial de 9-0, el dueño de casa volvió a pasar al frente (52-49), y a pesar de un doble aislado de Bortolín, lo cerró mejor en la última posesión, que fue definida por Slider con otro lanzamiento de tres: 55-51.
A esa altura los factores anímicos y físicos comenzaron a cobrar más importancia. Y lo fueron aún más en el último capítulo, donde Libertad estableció una diferencia impensada de acuerdo al desarrollo de los treinta minutos anteriores, porque se llevó por delante a un adversario que careció de respuestas. Essegue y Fierro extendieron la brecha a ocho, que Filloy se encargó de descontar; pero el mismo Fierro clavó dos triples más y el local se escapó por diez (69-59) en sólo tres minutos del cuarto.
El partido le dio una nueva chance al Griego, pero no la supo capitalizar. González agotado a esa altura, ya no tuvo lucidez para generar, y tampoco efectividad para anotar. Mientras, Alloati, Sheard y Essengue le sacaban el jugo a las pérdidas y a los tiros fallados por su oponente, para establecer en ese pasaje una diferencia por demás tranquilizadora, y la cual comenzaba a presagiar el final (78-63).
Tan desconcertado y desconcentrado estuvo Atenas, que no tomó en cuenta la diferencia de puntos en caso de una hipotética igualdad en la tabla (en Córdoba ganó por diecisiete). Por eso cuando entregó el partido, tampoco se preocupó por defender en los minutos que faltaban para terminar. Slider primero, y Moreno después, con sendos triples en un lapso de cinco segundos, se encargaron de establecer los veinte de renta que le dan a Libertad la ventaja deportiva en el intento por clasificar al Súper 8.
Roberto Martín
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Síntesis
Libertad (87): Sherd 9, Johnson 13, Slider 13, Fierro 20 y Alloatti 12 (FI); Vieta 0, Moreno 3, Vildoza 5 y Essengue 12. Entrenador: Gabriel Picatto.
Atenas (67): González 18, Rivero 6, Filloy 13, Lo Grippo 6 y Míkulas 18 (FI); Bortolín 2, Malara 2, Merlo 0 y Torres 2. Entrenador: Pablo D' Angelo.
Cuartos: 14-20, 16-10, 25-21 y 32-16.
Arbitros: Roberto Smith y Silvio Guzmán.
Estadio: Hogar de los Tigres, Sunchales.