El cerebro del equipo que dirigirá Pablo Castro la próxima Liga Argentina está confirmado: Lautaro Fraga seguirá en la base de Ameghino tras una gran primera temporada en el club.
El jugador de 28 años nacido en Moreno, Buenos Aires, convenció al cuerpo técnico y a dirigentes de ser la mejor opción para comandar al León en la cancha no solo por sus notables números, sino por la dedicación que tiene dentro y fuera de la rectángulo de juego.
“Las sensaciones que tengo son las mejores. Se comunicaron conmigo para decirme que querían que siga porque habían quedado muy conformes y eso me pone muy contento. Estoy con muchas ganas de que pase todo esto para poder volver a Villa María y reencontrarnos con el equipo para afrontar la nueva temporada”, reconoció quien en la 2019/2020 promedió 11 puntos y 6.5 asistencias.
Para Fraga, el hecho de lograr una continuidad en la institución “quiere decir que uno viene haciendo las cosas bien, que le diste al club lo mejor a nivel deportivo y como persona”. Por su parte, reconoció que no dudó un instante en dar el “sí”: “No tuve mucho que pensar, porque la propuesta fue muy buena. Me sedujo mucho el objetivo de ascenso, sumado a que pasé un gran año en Villa María, sin ningún tipo de problema”.
En ese sentido, habló también de los factores que influyeron en su persona para elegir nuevamente al León como su casa. “El club está en pleno crecimiento, mejora año a año, se preocupa porque el jugador esté al ciento por ciento y no le falte nada, respetan lo económico, la ciudad es hermosa, la gente muy cálida… todas cosas que cuando las encontrás, es difícil alejarse porque no están en todos lados. Acá uno está tranquil, te valoran”, enumeró el base de 1,82 mts.
Al momento de hablar de objetivos, más allá del máximo que es el ascenso, Fraga hizo fuerte hincapié en la construcción de un grupo humano. “Vamos a tener una base de jugadores del año pasado y es importante sumar al buen grupo humano a los que vengan, hacerlos de la familia del club, que todos nos sintamos partícipes. Ese es un objetivo que me planteo”, indicó e insistió: “Quiero aportar para que el equipo funcione bien, porque si estamos todos bien, damos lo mejor de cada uno”.
Desde el punto de vista personal, confesó que “siempre quiero ir por más, hacer una mejor temporada que la pasada, en la que tuve mucha confianza, quiero seguir con eso”. También dijo que “me voy a enfocar en pulir detalles, ver partidos de la temporada pasada para ver qué hacía mal, y encontrar opciones, quiero seguir ampliando mi juego en lo ofensivo y defensivo, siempre respondiendo a lo que el cuerpo técnico necesite”.
-¿Cómo imaginás la próxima Liga Argentina?
. Va a ser bastante rara, pero… ¿qué va a ser volver a la normalidad? La verdad que no losé. No sé en qué momento vamos a poder juntarnos todos a entrenar, en qué momento arrancará la temporada. Es todo tan incierto. Pero creo que la Liga Argentina siempre es muy atractiva, siempre hay planteles que se arman muy fuerte, con ganas de ir por el ascenso. Va a haber que trabajar muchísimo, estar muy concentrado. Sobre todo después de tantos meses sin pisar una cancha de básquet. Va a ser duro y va a haber que tener paciencia para que las cosas salgan bien. Lo que espero es que sea la mejor temporada de Ameghino, que nos adaptemos bien como equipo, funcionemos bien y podamos ir en búsqueda de eso que tanto se quiere, para darle una alegría al club, a la gente y a nosotros, porque para el jugador es lo más lindo.
Una de las características del base es su dedicación. Verlo entrenar individualmente antes de las prácticas con el equipo era una imagen común en la Leonera. Sobre esto, explicó: “Soy un apasionado de este deporte, me encanta el básquet, lo disfruto, no lo tomo como un trabajo, lo tomo como un juego en el que soy afortunado de que me paguen por jugar”.
Por todo eso, planteó, es que “quiero superarme día a día, y ser mejor, y para eso hace falta sumar horas extras de trabajo”. También dijo que es una forma de predicar con el ejemplo cuando a los compañeros se les pide dejarlo todo. “Soy un fanático del básquet, disfruto muchísimo. Siempre fui así, pero en los últimos años di un golpe de maduración, de crecimiento, y eso me hizo ir horas antes de cada entrenamiento, quedarme después de práctica, lo disfruto”, apuntó.
Finalmente, Fraga se refirió a su relación con los más pequeños de Ameghino. Verlo en las prácticas del minibasket también fue algo que regaló con frecuencia. “Es algo que yo disfruté de chico y que hoy sea al revés es un privilegio para mí. Me encanta cuando me invitan a un entrenamiento de inferiores, del minibasket, las disfruto porque sé que pasa por la cabeza de los chicos cuando ven a un jugador de primera con ellos, que te muestra algo, te habla, eso es muy importante y lo viví siendo chico, por eso trato de hacerlo ahora que estoy del otro lado”, cerró.