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Perder a jugadores claves entre temporadas no es una novedad para Bahía Basket, un equipo con un proyecto claro y sostenido de desarrollo de jóvenes, que una vez que alcanzan un cierto nivel, emigran buscando nuevos desafíos. El mismo proyecto así lo exige. Pasó con Lucio Redivo el año pasado y en esta ocasión, se fue otro escolta de selección como Máximo Fjellerup. Y si bien la profundidad de la cantera bahiense les permite seguir teniendo algunos proyectos interesantes en el plantel, está claro que al menos en la previa, parten más retrasados que en campañas anteriores.

Un detalle no menor es que al menos para el Súper 20, Bahía no contará con ningún nacional mayor, ni tampoco ningún refuerzo norteamerican. Sus únicos dos extranjeros son un hombre de la casa como el panameño Jamaal Levy, sumado al pivote brasilero Gerson Santo. Si bien esto puede llegar a cambiar para la Liga, por ahora habrá más lugar que nunca para los jóvenes, quienes se verán obligados a tomar definitivamente la manija del equipo.

Si los bahienses ya tuvieron problemas ofensivos en años anteriores, la historia parece potenciarse de cara a esta 2018/19. Sin un referente marcado en ataque y con foráneos sin una capacidad goleadora importante, los de Ginóbili tendrán que explotar sus virtudes para esconder, al menos en parte, sus defectos. ¿Cuáles son estas virtudes? Por supuesto que la velocidad para salir en transición, especialmente con sus atléticos perimetrales. El problema estará cuando deban jugar en la mediacancha, donde será clave el aporte de jugadores de rol como Materán o Fernández, encargados de aportarle lanzamiento externo a un conjunto con poco tiro en su quinteto inicial.

En favor de Bahía, hay que marcar que defensivamente tienen todo para brillar, incluyendo especialistas como Corvalán, Vaulet o Levy. La versatilidad y velocidad de sus cinco titulares les permitirá poner presión, no sufrir en los cambios defensivos y buscar generar pérdidas que alimenten su contraataque. Como ningún otro equipo de la Liga, precisarán de su defensiva para mejorar su ofensiva. La única duda en este costado pasa por su rotación de internos, sin tener demasiada experiencia fuera de Levy y Santo.

El Súper 20 será toda una prueba para Bahía y sus jóvenes, quienes deberán ganar consistencia y tomar un rol extremadamente protagónico que por ahora no han tenido en sus carreras. Como complicación extra, ha surgido una noticia en las últimas horas que preocupa: los hermanos Vaulet se encuentran en Córdoba haciéndose estudios médicos en medio de una situación confusa y no se sabe qué pasará con ellos para esta temporada. Sería un golpe demasiado fuerte.