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La debacle de Sacramento Kings es un caso de estudio sobre cómo un equipo que parecía encaminado al éxito puede desmoronarse en un lapso relativamente corto. Tras una temporada 2022-23 que los vio romper una sequía de 16 años sin playoffs y finalizar terceros en el Oeste, la franquicia californiana ha entrado en una espiral descendente preocupante. La derrota ante Detroit Pistons (114-113), donde dilapidaron una ventaja de 19 puntos, es un claro ejemplo de los problemas que aquejan al equipo: incapacidad para mantener ventajas, falta de concentración en los momentos cruciales y una alarmante inconsistencia. Esta derrota significó la quinta consecutiva, la peor racha desde la temporada 2021-22.

Uno de los factores que contribuyeron a este declive es la integración de DeMar DeRozan. Si bien se esperaba que su llegada potenciara al equipo, su rendimiento ha estado lejos de las expectativas, afectando el estilo de juego que caracterizó a los Kings la temporada anterior. La dupla Fox-Sabonis, que fue fundamental en el éxito reciente, se ha visto eclipsada por la falta de un sistema que aproveche al máximo el talento individual. Además, la falta de profundidad en el banquillo y la carencia de tiradores confiables de tres puntos han limitado las opciones ofensivas del equipo. El declive en el porcentaje de triples de Keegan Murray, de un 41.1% en su temporada de novato a un 30.4% actual, es un síntoma preocupante de la involución del juego colectivo.

A pesar del notable rendimiento individual de De'Aaron Fox, quien promedia 26.2 puntos, 6.1 asistencias, 5 rebotes y 1.7 robos por partido la falta de resultados colectivos ha generado incertidumbre sobre su futuro en la franquicia. Su agente, Rich Paul, se reunió con la gerencia del equipo para discutir el plan a futuro, ya que Fox ha manifestado su deseo de competir por campeonatos. La posibilidad de que Fox decline una extensión de contrato y solicite un traspaso se cierne sobre Sacramento, convirtiéndose en una presión adicional para la gerencia. Los Kings tienen un récord negativo a pesar de tener el séptimo mejor net rating (diferencia entre puntos anotados y recibidos por cada 100 posesiones) de la Conferencia Oeste, lo que indica que pierden partidos cerrados con frecuencia (3-9 en partidos definidos por 5 puntos o menos), un dato alarmante considerando que cuentan con jugadores como Fox y DeRozan, conocidos por su rendimiento en los últimos cuartos.

La gerencia de los Kings, consciente de la necesidad de realizar ajustes, busca reforzar el equipo antes del cierre del mercado de traspasos. Las prioridades son un pívot suplente y aleros que aporten tiro exterior y defensa. Nombres como Jerami Grant, John Collins, Jonas Valančiūnas, Kyle Kuzma, Cam Johnson y Dorian Finney-Smith han surgido como posibles objetivos. La decisión de draftear a Devin Carter, quien llegó lesionado, en lugar de otras opciones como Dalton Knecht o Jared McCain, también fue criticada, ya que la falta de profundidad se ha convertido en un problema acuciante. En definitiva, los Kings se encuentran en una encrucijada. Deben encontrar soluciones rápidas para revertir la situación y convencer a Fox de que el proyecto tiene futuro, o corren el riesgo de perder a su principal figura y entrar en un período de reconstrucción aún más profundo.

Pablo Catalá / [email protected] 
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