NBA

Primero fueron los Sonics, ahora son el Thunder, una historia con gloria y muchas reconstrucciones

09:20 15/04/2021 | En Básquet Plus repasamos la historia de la franquicia que tendrá a Gabriel Deck entre sus filas. Anillo, estrellas, mentiras, mudanza y mucho barajar y dar de nuevo.

Antes Sonics, hoy el Thunder una historia con anillo, mudanza y reconstrucción para el próximo equipo de Gabriel Deck

Para hablar de los Oklahoma City Thunder hay que nombrar primero a los famosos Seattle Supersonics, equipo del estado de Washington ubicado al noroeste de los Estados Unidos. Los Sonics fueron los que escribieron las páginas más importantes de esta franquicia a fines de los 70 y también en los 90 con un básquet de alto vuelo.

Lenny Wilkens, el segundo entrenador con más partidos ganados en serie regular de la NBA (1332), también fue jugador en los años 60; y de los buenos. Era un base anotador que tuvo sus pasos por Saint Louis, Seattle, Cleveland y Portland. En los Sonics se destacó (líder en asistencias con 9.1 en la temporada 1969/70 y MVP del All Star Game de 1971) y fue uno de los mejores en su puesto en un equipo que daba batalla, pero que lejos estaba de ser un contendiente y su única misión era llegar a los playoffs. Sin conseguir esa meta, Wilkens se marchó a los Cavaliers, pero sabiendo que su historia con Seattle no iba a terminar allí.

Bill Russell, otro nombre pesado en la NBA, tras convertirse en entrenador fue el primero que pudo clasificar a los Sonics a los playoffs en la temporada 1974/75 y con ello sembrar la semilla para lo que venía. Fueron dos temporadas del ex Celtics al frente de Seattle con clasificaciones a playoffs consecutivamente y lo bueno empezaba a gestarse.

Russell se fue para la 76/77 y en su lugar asumió Bob Hopkins, pero no le fue nada bien. Con la mejora ostensible de las últimas dos campañas, la dirigencia no toleró el mal arranque de Hopkins (5-17) y lo despidió, yendo a buscar luego a un número puesto, Lenny Wilkens. Casi recién retirado, Lenny tomó el mando del equipo y logró lo increíble, revertir ese récord muy negativo a un 47-35 con ticket a la postemporada y allí la sorpresa gigantesca fue tener a los Sonics en la final de la NBA, con un título que se escapó a lo último tras desperdiciar una ventaja de 3-2 ante Washington Bullets.

En la temporada siguiente el título esquivo se hizo realidad y Seattle festejó su único trofeo de su historia de la NBA con un 4-1 ante el mismo rival, con Wilkens en la banca y Gus Williams, Jack Sikma y Dennis Johnson como principales figuras dentro del rectángulo de juego.

Luego vinieron etapas de protagonismo en el Oeste, pero sin mucho relieve en cuanto a resultados más que alguna que otra semifinal de conferencia. El equipo entró en reconstrucción hasta que llegaron los drafts de 1989 y 1990 consiguiendo en el puesto 17 a Shawn Kemp primero y en el puesto 2 del año siguiente al Guante Gary Payton.

George Karl fue el encargado de timonear la nave y administrar el talento de esas dos figuras que tuvieron temporadas brillantes con un básquet de alto vuelo y mucho show para los fans Sonics. Esa camada de jugadores tenía todo para salir campeón y quedarse con un anillo, pero tuvieron la poca fortuna de haber sido contemporáneos a los Bulls de Jordan. Su Majestad no le dio chance a los Sonics en las Finales 1995/96 cayendo por 4-2.

Lo que siguió a las salidas de Payton y Kemp fueron tiempos de reconstrucción y un punto de partida a esa transición fue sin dudas la llegada de un jovencito y espigado alero llamado Kevin Durant en la temporada 2007/08, un año antes de la retirada de la ciudad.

En el 2006 la franquicia cambió de propietarios y en un intento por aggiornar el Key Arena hizo su aparición un grupo inversor a la cabeza de Clay Bennett a comprar a los Sonics y a las Storn el equipo de la WNBA. La decisión de mudar al equipo de ciudad fue una balde agua fría para todos sus fans  y también para cualquier espectador promedio de la NBA que tenía en los Sonics por su nombre, sus colores y su juego a un equipo bien identificado. 

El business siempre va por el costado del romanticismo, por lo que Bennett ante la negativa de poder conseguir fondos del gobierno para financiar un complejo deportivo en Seattle, comenzó a agitar las aguas de la mudanza de la franquicia, a pesar de lo que tenía firmado y además prometido de no sacar a los Sonics de su ciudad. 

La cuestión llegó a las esferas judiciales y por traccionar bien con los otros propietarios de franquicias, Bennett consiguió que por medio de una votación la aprobación de los otros equipos para trasladarse a Oklahoma City.  Dallas, bajo la representación de Mark Cuban y Portland en manos de Paul Allen fueron los únicos dos propietarios que se opusieron a la desaparición de los Soncis, en tanto que los otros 28 jefes apoyaron a Bennett.

Con la historia juzgada, los Supersonics pasaron a llamarse Oklahoma City Thunder desde la temporada 2008/2009.

Durant fue la estrella solitaria del equipo por un par de temporadas hasta la llegada de Russell Westbrook en la temporada 2008/09, justamente el año que el equipo debuta en Oklahoma. Ese primer lustro en la nueva ciudad fue todo reconstrucción y experiencia con 23 triunfos y 59 derrotas, esperando con ansias que vendría en la próxima lotería.

Y en ese nuevo draft llega la tercera pata para soñar con algo bueno, en el puesto tres arribó al equipo James Harden un zurdo barbado que saldría desde el banco para aportar todo su talento. El cambio fue sustancial con un récord de 55-27 y un arribó a las finales de Conferencia, cayendo ante Dallas por 4-1.

En la campaña siguiente, marcada por el lookout, Oklahoma ratificó su potencial para dominar y arribó a las finales por primera y única vez. En la instancia decisiva cedieron sin objeciones ante el Heat de LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh por 4-1.

Cuando tenían todo para reinar por un tiempo e intentar pelear por el título seriamente, James Harden en una determinación por demás polémica decidió marcharse a Houston y desarmar ese Big 3 consolidado que tenían bajo la conducción técnica de Scott Brooks. A pesar de la partida de la Barba, el Thunder siguió siendo un equipo fuerte en el Oeste, complicando en varias ocasiones a los Spurs de Ginóbili, Duncan y Parker.

Estar tan cerca y no poder llegar al anillo y viendo cómo iban increyendo sus posibilidades en Oklahoma, Kevin Durant tomó quizás el camino más fácil al título y se unió a los Warriors de Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green. Allí ganó dos campeonatos y chau estigma de no poder salir campeón y ese miedo que tienen muchas superestrellas de la NBA a no poder tener un anillo al final de su carrera.

Mientras tanto en OKC, la figura de Russell Westbrook cada vez se acrecentaba más. Al haber sido el único sobreviviente del Big 3 unido, su idolatría iba en aumento a la par de sus triples dobles conseguidos uno tras otro en las temporadas siguientes.

En la 2019/2020, Westbrook también le dijo adiós a su franquicia y se mudo a Houston con Harden para reeditar un viejo dueto, pero no funcionó. Tras su partida, Oklahoma entró en un periodo de reconstrucción, que a pesar de haber tenido una buena temporada el año pasado en la burbuja de Orlando, por ahora parece eterno con 17 picks a futuro para armar y desarmar a su antojo.

¿Oklahoma City Thunder podrá salir de la reconstrucción eterna? ¿Será Gabriel Deck una pieza fundacional para el devenir de esta franquicia que necesita de nuevas figuras para volver a creer? Son preguntas que quedan en el aire, pero que no tardarán mucho en responderse, en Oklahoma saben que la transición se acaba y llega el tiempo de volver a competir en el salvaje Oeste.

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @osoresmauro

 

 

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