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Victor Wembanyama fue seleccionado por San Antonio Spurs con la primera elección del Draft 2023, siendo considerado el mejor prospecto en llegar a la Liga desde que LeBron James apareció en el escenario 20 años previos. Sin embargo, Wembi no es el típico novato número 1, lo que lo hace encajar muy bien en la cultura de San Antonio.

Wembanyama es un caso especial: cuando todos los novatos hablan de su objetivo para la temporada, la respuesta suele ser la misma desde el primero hasta el último jugador en la primera ronda - ganar el premio al Novato de la Temporada. Al francés se le hizo esa pregunta y, contrario a la expectativa, su visión iba por un carril completamente diferente al de los demás. Wembi tiene un objetivo personal que desafía el historial de jugadores de su talla.

Los casos de Yao Ming, Greg Oden, el mismo Kristaps Porzingis o como le pasó al talentoso Bol Bol tienen algo en común: carreras truncadas -en mayor o menor medida- por las constantes lesiones, producto de la altura y la exigencia NBA. Ese mismo escepticismo rige para el prospecto francés, que levanta la pregunta de si va a poder tener una carrera longeva y próspera con el historial que lleva detrás.

Ante esto, dejó muy en claro su objetivo primordial: “Quiero jugar los 82 partidos de la temporada. Ya se lo hice saber al entrenador Pop y el cuerpo de los fisios” contó al medio SpursTalk. Wembanyama no busca el ROTY, ni llegar al All-Star o algún objetivo irracional. Ya está visualizando el futuro y su única intención es estar presente y aportar cada noche para despejar todas las dudas que hay sobre él.

Durante su pasada campaña con el Metropolitans 92 en la LNB Pro A de Francia, Wembanyama jugó todos los partidos posibles y declaró estar orgulloso de ese hecho. En la NBA, sobre todo en la era del ‘Load Management’ ese objetivo parece más difícil. De los 540 jugadores que pisaron la cancha en 2022/23, apenas el 1.8% logró disputar los 82 partidos. Eso son solamente 10 jugadores en toda la temporada.

Wembanyama es un novato especial. No solo por su talento, expectativa o potencial de ser un futuro jugador del Salón de la Fama. Su visión a largo plazo, mentalidad ganadora como equipo y desinterés individual lo hacen un paquete perfecto para San Antonio, que saben muy bien sobre eso habiendo tenido a Tim Duncan en sus filas por 19 temporadas.