NBA

La decisión más dura de los Celtics

16:28 01/11/2020 | En el 2013 el gerente de Boston, Danny Ainge, dejó ir a Kevin Garnett y Paul Pierce, entre otros. Empeoró su presente para mejorar su futuro.

Pierce y Garnett en los Nets (Foto: Clutch Points)

Dicen que lo más difícil es decirle adiós a quien se amó, que las despedidas son esos dolores dulces y que nada es más aventurado que volver a empezar. Sin embargo, Danny Ainge dejó los sentimientos de lado e ideó un plan para mantener la combatividad, dejando sentado que el equipo está por encima de todo y que nadie ni nada es más importante que Boston Celtics. 

Con cabeza fría y a pesar de las proezas logradas, el gerente general dejó ir a Doc Rivers y contrató a Brad Stevens, quien no contaba con experiencia NBA, pero que había tenido grandes desempeños en la Universidad de Butler, en la cual se convirtió en el primer entrenador en llevar al equipo a un Final Four de la NCAA. Luego, Paul Pierce, Kevin Garnett y Jason Terry fueron traspasados a Brooklyn Nets, a cambio de Gerald Wallace, Kris Humphries, MarShon Brooks, Keith Bogans y Kris Joseph, además de tres futuras elecciones del draft que los de la Gran Manzana todavía se lamentan hasta el día de hoy de haber aceptado. 

En la temporada 2013-2014, con Stevens al mando de la nave por primera vez, los Celtics finalizaron su participación consiguiendo apenas 25 victorias 57 derrotas. Pese a ello, la confianza en Brad era absoluta y todos confiaban en el proceso. Después, la construcción vía draft volvía a ser importante y, en mayo de ese último año, el nombre de Marcus Smart era pronunciado por la suave voz de Adam Silver. 

El siguiente periodo estival tampoco fue bueno, el equipo no encontraba rumbo y “el loco de los traspasos” tenía que volver a tomar una decisión. Sorprendentemente, Ainge puso de nuevo a la franquicia por encima de todo y canjeó a Rajon Rondo, el único integrante del campeonato conseguido en el 2008 que quedaba en la plantilla. Gracias a su partida llegó un especialista defensivo Jae Crowder, el confiable base Jameer Nelson, el atlético interno Brendan Wright y una serie de rondas de draft. 

Finalmente, el arribo de jugadores como Tyler Zeller e Isaiah Thomas causó inmediato impacto e hizo que los Celtics tuvieran una racha muy buena, logrando la clasificación a los playoffs 2015. Una vez allí se enfrentaron a los Cavaliers de Lebron James, en donde no pudieron frenar al rey y perdieron la serie sin siquiera ganar un partido (4-0). Sin embargo, los nuevos celtas dejaron plasmado un mensaje, una señal de que la suerte volvía a sonreírles, de que los tréboles volvían a crecer en los pastizales de Boston.

Hasta el día de hoy, ese legado se mantiene firme y los Celtics continúan siendo uno de los equipos más dominantes de la Conferencia Este y cada vez están más cerca de otro anillo que colgar en el techo del estadio verde. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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