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El compromiso de Facundo Campazzo con la Selección Argentina es un rasgo que Pablo Prigioni no duda en destacar. A pesar de la exigencia extrema que implica competir en Europa y representar al país en América, el capitán decidió estar presente en la última ventana de clasificación a la Americup, incluso cuando su estado físico no era el ideal. "Él quiere venir siempre, por más que haya jugado tres partidos, 40 minutos los tres partidos y que llegue roto, él quiere venir y estar, y ponerse la camiseta de la selección. Eso es invaluable y marca una línea para todos los demás", resaltó el entrenador en diálogo con Básquet Plus.

La presencia de Campazzo en el duelo ante Venezuela, a pesar de las circunstancias, refuerza un legado que Prigioni atribuye a la influencia de Luis Scola. "Eso lo vio él, lo mamó de chiquito con Luis, seguramente, todo el tiempo que estuvo con Luis. Eso es una herencia que le dejó Luis y él lo lleva a la máxima expresión", explicó. La actitud del base marca el camino para el resto del plantel, aunque el entrenador advierte que la presión de cargar con el equipo no debe recaer exclusivamente sobre él. "El equipo no tiene que ponerle la presión encima de que él tiene que hacer todo siempre, porque no es así".

Luego de la clasificación confirmada tras la derrota ante Venezuela, Campazzo no disputó el partido ante Colombia y regresó a España para afrontar el tramo decisivo de la temporada con el Real Madrid. Prigioni justificó la decisión como una medida de protección: "Yo decidí mandarlo a casa. Una vez que el equipo estaba clasificado: 'Andá a descansar porque te queda un final de temporada gordo y pesado encima, andate que ya el objetivo está cumplido'". Esto también permitió evaluar el crecimiento del equipo sin su líder en cancha: "Se vio en el segundo juego que él no estuvo y el equipo también jugó a un buen básquet".

La situación de Facu expone una realidad que Argentina debe afrontar con más jugadores: el calendario internacional no favorece a la Selección, que depende de sus representante que se desempeñan en ligas europeas con alto nivel de competencia. Prigioni y su cuerpo técnico buscan equilibrar la necesidad de contar con su capitán con la obligación de cuidar su físico: "Tenemos que evaluar cómo llega y de qué manera hacerlo productivo para el equipo. El caso de él, como puede ser el caso de cualquier otro jugador que está en la misma situación".