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Hay imágenes del deporte argentino que a uno es imposible que se le olviden. El gol de Diego Maradona a los ingleses es uno, otro es el doble de palomita de Manu Ginóbili ante Serbia y Monenegro en Atenas 2004. Pero de ese último hay algo que tampoco se puede olvidar, y eso es la corrida de Rubén Magnano al estilo vuelta olímpica.

“Era como vaticinar la vuelta olímpica la reacción que tuve tras el triunfo ante Serbia y Montenegro. Fue curiosa mi reacción, seguramente había algo en el inconsciente guardado que estalló, algo escondido durante dos años madurando la posibilidad de poder ganarle a los serbios después de la caída en la final del Mundial de Indianápolis y solamente fue cuestión de esperar, estallar en un festejo poco común en mí, pero que me gratificó muchísimo, creo que le rejuvenece el espíritu a uno y estas cosas tiene el deporte, al tener al poco tiempo la posibilidad de confrontar de nuevo” expresó el propio entrenador al poco tiempo durante una visita a Misiones.

Años después, en Aguante Neuquén, Magnano agregó: “Si ustedes analizan esa corrida es propia de un profesor de educación física, pero con los zapatos de suela”. Y contó una anécdota de algunos días después: “Me sucedió una cosa muy graciosa: en el mismo Juego Olímpico estaba viendo a Las Leonas y en uno de las pantallas estaban pasando las cosas curiosas que habían acontecido hasta ese momento. Vi que todos se reían, doy vuelta la cabeza y veo al atleta Magnano corriendo. Lo correría 150 veces más”.

En el documental Golden Generation, Magnano graficó ese momento: “Cada uno de nosotros había engendrado adentro una cosa que teníamos que tratar de expulsar”.

En esa misma pieza, los jugadores de aquel histórico equipo contaron algo de cómo vivieron ese momento sorpresivo de un entrenador que para ellos no hacía ese tipo de cosas. Leo Gutiérrez lo vio y contó: “Cuando llegué al vestuario me dijeron que Rubén hizo un sprint, dio la vuelta olímpica haciendo skipping”. Chapu Nocioni agregó entre risas: “Se supone que hay códigos entre los entrenadores, pero a Rubén le pudo la emoción, le salió la pasión, el ganar un partido de esa manera que es totalmente natural”.