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Hay jugadores en el básquet argentino que serán recordados para siempre, dejaron una gran imagen en los distintos clubes que estuvieron presentes. Roberto López es uno de esas personas. El Bebe para el básquet nacional es el Pollo en el ámbito rosarino. Próximo a cumplir 48 años de edad, en octubre, el interno regresó a las canchas.

Roberto, instalado en Funes hace varios años, estuvo cerca de volver en 2020 pero la pandemia del Covid-19 lo impidió. Su último partido fue en 2019 cuando vistió la camiseta de Sport Club de Cañada de Gómez con el cual disputó el Torneo Federal.

En su carrera, que inició en Rosario, pasó por varios equipos y tuvo la posibilidad representar los colores de Rosario Central, Newell's, Gimnasia y Esgrima La Plata, Libertad de Sunchales y Regatas de Corrientes, donde disputó 480 partidos y conquistó la Liga Sudamericana en 2008. Luego de eso volvió a Central para luego recalar en Sport Cañadense hasta el momento de su primer retiro.

En la actualidad, volvió a ponerse la camiseta de San Telmo para jugar en la Primera B de Rosario. Además es entrenador del club. En la máxima categoría, comparte cancha con su hijo mayor, mientras que en la divisional que dirige, juega su hijo menor.

Nos comunicamos con Roberto para conocer cómo está en su regreso al básquet, cuáles son las expectativas y sus sensaciones.

-Se concretó tu vuelta al básquet. ¿Cómo te sentiste?
.El viernes más contento porque se ganó. Personalmente tratando de ayudar en lo que necesite de mi Alejandro Fernández (Choca) que es el técnico de la Primera, ya sea desde dentro de la cancha si me toca jugar o desde el banco de suplente. Con el tiempo espero ir tomando más ritmo a medida que pasen los partidos.

-¿Por qué decidiste volver en este momento?
.La verdad que decidí volver para tratar de que logremos el ascenso; dando una mano para que los chicos de inferiores que juegan bien no se quieran ir a algún club de Rosario en búsqueda de un nivel un poco mejor.  Deseando que aquellos qué empezaron a jugar de tan pequeño en el club y tengan condiciones puedan llegar a integrar el plantel de primera.

-¿Cuánto influyó que tu hijo mayor esté en el equipo de primera?
.Y la verdad que te diría que todo. Este año al igual que otros chicos él tuvo la oportunidad de ir a jugar el Federal y se quedó porque quiere ascender con su club y si yo puedo ayudar con eso, ahí estaré, dando una mano junto con todo el plantel.

Sería realmente para todos algo hermoso.

-¿Cómo te sentiste jugando con tu hijo y qué significado tiene para vos?
.Me sentí cómodo, no se la verdad como se siente él cuando le hablo en la cancha intentando que no se desconcentre y que defienda. Que es lo que veo que más le cuesta a los chicos hoy. Es muy fuerte compartir la cancha con él, aunque en el momento del juego es un compañero más.

-También estás como entrenador en San Telmo y dirigís a tus dos hijos. ¿Cómo lo estás viviendo?
.Es un nuevo rol para mí, en algún momento impensado.  Hoy la verdad lo disfruto, esto me permite pasar más tiempo con ellos; entrenando y teniendo más charlas. Mis hijos saben que durante el partido ellos son un jugador más del equipo y les exijo igual o más que al resto.

-¿Cuándo tuviste tus hijos, te pensabas un futuro así, poder verlos dentro de una cancha, siguiendo el deporte que fue el motor de tu vida, que te vio destacarte, y, no solo eso, sino también con vos como entrenador o como compañero de equipo?
.Nunca se me cruzo por la cabeza dirigirlos ni jugar con ellos. Lo que siempre tenía claro es que quería que hicieran un deporte y si era básquet mucho mejor todavía. Que hicieran vida de club era lo que más deseaba, donde hicieran amigos. El tiempo dirá si en algún momento si ellos quieren o pueden jugar profesionalmente, ahora que disfruten el momento.

-¿Qué sentís que todavía te queda para darle al básquet?
.A mis 47 años siento que le di todo al básquet. Ahora es momento de disfrute.

Federico Radulovich / [email protected]
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