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Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 fueron el escenario de una de las mayores exhibiciones de talento y trabajo, no solo en la historia del básquet, sino del deporte en general. El comité olímpico recién había aprobado la participación de jugadores NBA y ninguna de las máximas figuras quería perderse la oportunidad de ganar el oro con su equipo nacional. La misión se cumplió y con creces, además fue el puntapié de una inquebrantable costumbre de Estados Unidos, llevándose casi todos los primeros puestos con equipos de en sueños, con los mejores de la liga. 

Sin embargo, este majestuoso equipo integrado por Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, David Robinson, Charles Barkley, entre muchos otros ahora miembros del Salón de la Fama, fue sorprendido por un equipo integrado por algunas promesas universitarias.  El entrenador de aquel mítico equipo fue Chuck Daly, quien todavía estaba ajustando y preparando el equipo cuando decidió hacer una prueba en un entrenamiento cerrado. Fue así que enfrentó a su dream team contra un equipo de los mejores jugadores de universitarios de ese entonces. 

En aquel equipo de promesas estaba Grant Hill. El miembro del Salón de la Fama, clase del 2018, contó sobre esta historia en el podcast de Legends Lounge: “El primer encuentro que tuvimos contra ellos, si les ganamos y fue muy especial.  Allan Houston se encendió y Bobby Hurley fue realmente bueno, y Chris Webber fue dominante por dentro”.  

Añadió, “fue un momento especial que tuvimos la oportunidad de experimentar como jóvenes, jugadores jóvenes y futuros jugadores de la NBA, futuras estrellas de la NBA”. El orgullo de los retadores sin dudas fue enorme, efecto muy contrario para los mayores y para los medios de la época que hicieron eco de la noticia y se preocupaban por confiabilidad de ese equipo de estrellas.  De buena manera los miembros de aquella práctica guardaron el secreto sobre cuál fue el marcador final de ese partido, solo se sabe que hubo una diferencia de 8 puntos a favor de los Universitarios.