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El equipo de Boston Celtics en 2008 tiene establecido su lugar entre los mejores de la NBA. Pero a diferencia de otros equipos de campeonato, el núcleo de los Celtics ya no se habla, como si no hubieran hecho algo extraordinario juntos. Eso es según una de sus figuras clave, Ray Allen.

Los problemas de los Celtics en 2008 comenzaron en la cancha, pero no quedaron ahí. Por supuesto, hubo drama ya que los enfrentamientos eran inevitables, con un grupo de futuros miembros del Salón de la Fama en un equipo. Se dice que incluso llegó a un punto culminante cuando Allen dejó Boston por Miami Heat en 2012.

Sin embargo, no es así como lo ve Allen. Ray dijo que independientemente de cuál fuera el problema con su mudanza a Miami, el hecho era que él, Kevin Garnett, Paul Pierce y Rajon Rondo simplemente dejaron de conectarse entre sí. Para Allen, eso ya dice mucho sobre cómo permitieron que su ego y orgullo se apoderaran de ellos, algo que intentó resolver con los años, pero especialmente Garnett tuvo problemas en olvidar.

“Lamentablemente, no hablamos”, dijo Allen a NBA.com. “Recuerdo después de que ganamos en 2008, algo que dijo Kevin, que seremos hermanos de por vida, que esto nos mantendrá unidos. Eso es algo en lo que hemos hecho un mal trabajo como Celtics, manteniendo ese vínculo conectado. ¿Por qué estamos enojados? Hay tantas otras cosas sucediendo en el mundo. Tenemos que predicar la unidad y la unión, no me gusta el hecho de que no hemos hablado. En algún momento, estoy seguro de que tendremos conversaciones y pasaremos estas cosas”, agregó.

Pierce una vez compartió su versión de la historia. Según "The Truth", él y el resto de los jugadores de los Celtics siempre estaban desconcertados porque Allen siempre quería estar distante. De hecho, Pierce dijo en más de una ocasión, Allen ni siquiera era el verdadero tercer miembro de Boston.