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En las 75 temporadas de existencia que lleva la NBA, pasaron equipos que fueron inolvidables, jugadores increíbles, se establecieron que parecían imposible de romper pero luego se pudieron superar.

Hay uno de esas marcas históricas que se logró hace 50 años y hasta la actualidad, nadie pudo superarla. Hubo un equipo que estuvo muy cerca de poder pulverizarla, pero no le alcanzo. En la actualidad, es muy difícil creer que alguno pueda quebrantarla.

El 5 de noviembre de 1971, Los Angeles Lakers vencían a Baltimore Bullets por 110 a 106 y era el comienzo de una exitosa racha de victorias. La temporada 71/72 recién arrancaba. Pasaban los partidos y este equipo, liderado por Wilt Chamberlain y Jerry West, solo acumulaba triunfos.

Pasó lo que restaba de noviembre y todo diciembre y los Lakers seguían sin conocer la victoria. Arrancó el nuevo año y tras triunfar en los dos primeros partidos, les tocó enfrentar a otro gran equipo: Milwaukee Bucks. Durante esta racha triunfante, los habían vencido por 112 a 105 el 21 de noviembre del 71, pero en esta ocasión Kareem Abdul-Jabbar, Oscar Robertson y compañía, se tomaron revancha y los superaron 120 a 104.

De esa manera, los Bucks le cortaban la racha victoriosa a los Lakers, que alcanzaron 33 triunfos en fila y se convirtieron en la seguidilla de éxitos más prolongada de la historia. Posteriormente hubo dos equipos que se acercaron bastante a esa racha pero no la pudieron alcanzar.

Golden State Warriors, encabezado por Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green llegó a 28 en dos temporadas (2014/15 y 2015/16) y más atrás en el tiempo, en la 2012/13, Miami Heat con LeBron James, Dwayne Wade y Chris Bosh logró 27 triunfos en fila.