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Sin dudas que Tyrese Haliburton es el jugador del momento. El perimetral que se destaca en Indiana y lidera al equipo que acaba de perder la final de la In-Season Tournament ante Los Angeles Lakers, encabezados por el interminable LeBron James. El jugador de 23 años viene en un crecimiento constante y en su corta carrera, apenas está jugando su corta carrera, ya sufrió un disgusto importante.

Haliburon fue elegido por Sacramento con el objetivo de ser uno de los pilares fundamentales en la reconstrucción de la franquicia que venía en una sequía importante e histórica. Más de una década sin poder llegar a la postemporada. Su impacto fue inmediato, tuvo una rápida adaptación y comenzó a erigirse como una de las figuras del equipo, incluso fue elegido como integrante del Quinteto Ideal de los rookies.

Pero la etapa de Tyrese en Sacramento duró poco. Tras una temporada y media en los Kings, fue enviado a los Pacers. El propio Haliburton contó cómo vivió su salida del equipo que le había abierto las puertas de la NBA. En una nota en The Players Tribune, el perimetral contó cómo lo vivió, cuando todo sucedió para él de un momento a otro: “Treinta minutos, eso es todo lo que tomó. La semana pasada, en el lapso de media hora, pasé de sentir que estaría en Sacramento durante la próxima década a experimentar la sorpresa más grande de toda mi vida”.

Luego, su agente lo llamó: “Estaba terminando el desayuno en mi casa, y lo primero que pensé fue que tal vez me estaba llamando para darme información privilegiada sobre algunos jugadores que nuestro equipo estaba buscando”. Las palabras de su representante fueron como un golpe bajo: "Hola, solo quería ponerme en contacto contigo porque creo que podrías ser intercambiado”.

Esas palabras llegaron como un baldazo de agua fría para Tyrese. Enseguida agregó: “Después de colgar, entré al baño y me senté en el inodoro en silencio. Unos minutos más tarde, mi novia entró y me preguntó qué pasaba. Cuando le dije que existía la posibilidad de que me cambiaran, al principio no me creyó. Sin embargo, una vez que se dio cuenta de que hablaba en serio, comenzó a preocuparse un poco. Así que dije: ‘Vamos a esperar y ver qué sucede en unos días. No es gran cosa’”.

Pero para confirmar que lo que su agente le había dicho era cierto, a la brevedad sonó nuevamente su teléfono, era un nuevo llamado, esta vez de Monte McNair, el General Manager de Sacramento. “Solo quería que supieras que hicimos un intercambio y te enviaremos a Indiana. Te deseo lo mejor” fueron las palabras que escuchó.

Esa situación lo dejó atónito: “Tal vez hubo un par de palabras más después de eso. Ambos dijimos gracias. Después colgué, dejé mi teléfono y empecé a llorar a mares”. Claro, la sorpresa de Haliburton radicaba en que había sido fiel a la franquicia desde su llegada a la NBA. Además, en varias oportunidades afirmó que quería cambiar la cultura y empezar hacer de los Kings un equipo ganador.