Basquetplus.com

Si hay algo que quedó claro ayer cuando terminó el horario de los traspasos, es qué buscaron algunos equipos. Principalmente los más poderosos. Y hubo dos que fueron por todo, uno incluyendo futuro, pero con la misma idea: buscar el anillo este año sin ser hasta la semana pasada firmes candidatos. Hablamos de Lakers y Golden State. 

Los Lakers venían como para intentar terminar una temporada digna, metiéndose en playoffs y aspirando a, si la salud acompañaba al dueto LeBron-Davis, a meterse como muchísimo en semis de Conferencia. Aunque una vez ahí, todo podía pasar. Ahora la cosa cambió. Porque lo que parecía una temporada perdida tras dejar ir a Davis, se convirtió en una recuperada y mejorada con la llegada de Mark Williams, un pivote que sin ser Davis, le dará presencia y potencia en la pintura. 

Rob Pelinka, que demuestra cada día ser un artista en su rol de GM, logró doblar la curva a 300 kilómetros por hora y agarrar ahora una recta casi sin final. Porque se le acomodó todo: más chances este año, figura para empezar el relevo de LeBron, quizá uno o dos años ambos juntos, economía saneada...increíble que pase esto dos años después de no tener un dolar para sacarse de encima a Westbrook y tampoco picks de draft para ofrecer. Todo cambió.

Con esta nueva estructura, James puede creer que el quinto anillo de su carrera no es un imposible. Aunque suene increíble, desde el fichaje de Luka, Lebron jugó 2 partidos (ganaron ambos), y promedió 34 puntos, 12.5 rebotes y 8.5 asistencias. ¿Está más motivado? Igual, la clave será que llegue entero a los playoffs. 

Enfrente, en San Francisco, quizá la ilusión era más difícil de levantar. Los Warriors habían empezado la temporada dando una imagen de candidatos, ganando 12 de sus primeros 15, pero después cayeron estrepitosamente, perdiendo 12 de sus siguientes 15. Y así siguieron, irregulares al máximo. Hasta la llegada de Jimmy Butler, ayer, estaban equilibrados en 25 victorias y 25 derrotas, afuera incluso del play-in. Perdieron anoche ante los Lakers y quedaron un poquito más lejos, 25-26, pero tienen 31 partidos para acomodarse en la Conferencia más salvaje de la NBA. 

A diferencia de los Lakers, lo que le dará Butler a estos Warriors es una energía vital del que quiere ganar un campeonato antes de retirarse. A Jimmy se le escapó dos veces con Miami y no le queda demasiado en el carretel, como tampoco a Curry y Green. Es hoy, es aquí y es ahora, como decía Obama. Ni siquiera el año que viene, aunque podría haber alguna chance. Para GSW es una buena incorporación, porque habían entrado en una dinámica negativa tras el título del 2022 y solo un golpe así podía despertarlos. Acá no hay plan a futuro como Lakers con Doncic. Acá es ir a por todo, sin mirar atrás.