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El All Star Game de la NBA viene claramente en baja. De hecho, es uno de los poquísimos que sobrevive en el mundo, pero así y todo a la organización le cuesta horrores mantener el atractivo, y por eso este año implementará el tercer cambio de formato desde el 2020, claro ejemplo de no poder encontrarle la vuelta. 

Sin embargo, y quizá sin intención, es posible que haya dado en el clavo con algo que nosotros veníamos pidiendo hace rato, más exactamente hace dos años: que se enfrenten estadounidenses y extranjeros en el partido central. Si hay algo que puede tocarle el orgullo a los jugadores para hacer un partido en serio es el patriotismo extremo que suelen mostrar, sobre todo en competencias deportivas. 

Y eso de alguna manera pasó con los tres equipos que se armaron ayer. Los de O'Neal y Smith quedaron conformados plenamente por jugadores de Estados Unidos. Shaq va con LeBron, Curry, Davis, Tatum, Durant (¿París 2024?), Lillard, Harden y Jaylen Brown. Smith con Edwards, Brunson, Jackson, Williams, Garland, Mobleym Cunningham y Herro (¿Los Ángeles 2028?). El detalle es el equipo de Sir Charles: Jokic, Giannis, Shai, Wemby, Siakam, Sengun, Towns y Donovan Mitchell. Seis nacidos en el extranjero, uno (Towns), que juega para Dominicana y otro (Mitchell), tiene abuela panameña. Mejor imposible. Faltaría Doncic, pero igual es un equipo extranjero al 90%. 

De acuerdo al sistema de competencia, habrá 4 equipos. Estos 3 y uno que será el ganador del Rising Stars del viernes previo al domingo de las estrellas. Habrá dos semifinales y una final. ¿Qué ocurrirá si la final es entre uno de los equipos yanquis y el basado en extranjeros? A nuestro juicio, que nadie querrá perder. Podemos pifiarla, pero como nunca se dio esa situación y muchos vienen hablando sobre la enorme superioridad que sigue teniendo Estados Unidos sobre el resto del mundo, caería como un baldazo si ganaran los extranjeros.

Y tienen claramente con qué hacerlo. Los de Barkley son un equipazo y, de hecho, tienen a los ganadores de 5 de los útimos 6 MVPs. Y porque no está Embiid, que podría haber estado también, aunque ya ha jugado para Estados Unidos, siendo camerunés. El morbo que ya empieza a sentirse desde que se anunciaron los planteles ayer evidencia que hay algo distinto a lo que venía ocurriendo. Quizá, finalmente, hayan dado en el clavo. No digan que no les avisamos.